Libros que traten a fondo la incapacidad de nuestro cerebro para ser objetivo, coherente y lógico hay muchos. Quizás el más famoso sea Pensar rápido, pensar despacio, del Nobel de Economía Daniel Kahneman. Pero en esta ocasión, el profesor de psicología del consumo en el MIT Dan Ariely no solo nos presenta una curiosa lista de errores de razonamiento, sesgos y otras disrupciones cognitivas.
Dan Ariely, en Las trampas del deseo, también ha aspirado a ofrecer recetas que nos permitan escamotear tales baches. No siempre lo consigue, pero muchas de sus ideas deberían incorporarse desde ya al sistema educativo. Ideas que nos permitirán detectar el efecto señuelo o el efecto anclaje para realizar mejores compras o inversiones financieras, o el efecto placebo para evitar que tropecemos en pseudociencias y, sobre todo, pseudomedicinas. Todo ello con un lenguaje claro y accesible, comprensible incluso para el lector más lego.
Por ello, el libro de Ariely nos ha inspirado para escribir artículos como:
-Las bebidas energéticas son más eficaces según su precio, además de por su composición
-El efecto buffet libre o por qué los gratis nos atrae tanto
¿Por qué compramos lo que compramos? ¿Somos realmente dueños de nuestras decisiones o se nos puede manipular como consumidores? ¿Tienen trampa las ofertas? ¿Qué influye en que un producto nos pare zca caro o barato? Este libro apasionante, riguroso y ameno responde a estas y otras muchas preguntas sobre nuestras decisiones cotidianas, como consumidores y como ciudadanos. El autor nos proporciona nuevas y sorprendentes conclusiones sobre la naturaleza humana, que ayudarán al lector a tomar mejores decisiones en su vida personal y laboral.