"El agua de nuestro cuerpo fluyó una vez Nilo abajo, cayó como lluvia monzónica sobre India y se arremolinó alrededor del Pacífico. El carbono presente en las moléculas orgánicas de nuestras células fue extraído de la atmósfera por plantas que comemos. La sal de nuestro sudor y nuestras lágrimas, el calcio de nuestros huesos y el hierro en nuestra sangre surgieron por erosión de las rocas de la corteza terrestre, y el azufre de las moléculas de proteína presente en nuestro pelo y nuestros músculos fue expulsado por los volcanes".
¿Acaso un libro puede empezar mejor sus compases que con este párrafon en el que se mezcla belleza plástica y ciencia, al más puro estilo Destejiendo el arcoiris de Richard Dawkins? Esto es Orígenes: Cómo la historia de la Tierra determina la historia de la humanidad, un libro extraordinario escrito por Lewis Dartnell.
Influencia terrestre
Biólogo británico, investigador y profesor de astrobiología en la Universidad de Westminster, no es la primera vez que hablamos por aquí de un libro de Lewis Dartnell: ya nos había impresionado con Abrir en caso de apocalipsis (Debate, 2015).
Sin embargo, en Orígenes da el todo por el todo y concibe una obra de rezuma belleza y conocimiento por todos los costados; pero no un concimiento estanco, sino oceánico, implicando diversas disciplinas, trenzándolas como si fuera un tapiz enrevesadísimo pero también muy clarificador de cómo la Tierra nos hizo como somos. De cómo influyó en cada una de nuestras decisiones como especie. De cómo nos proporcionó las materias primas que hemos extraído, refinado y ensamblado para construir los millones de objetos que nos rodean.
Por ello, este fabuloso libro, que podría estar genéticamente emparentado con el Armas, gérmenes y acero, del biólogo Jared Diamond, ha sido fuente de inspiración en Xataka Ciencia para escribir entradas como: A pesar de lo que dicen los racistas, somos una especie extraordinariamente poco diversa a nivel genético.
Cuando se habla de algo tan inabarcable como la historia de la humanidad solemos poner el foco en cosas muy concretas. Nos gusta enumerar los líderes que marcaron la diferencia, señalar ciertos fenómenos como la migración o describir las consecuencias de las guerras más decisivas. Pero, ¿qué pasaría si cambiáramos el enfoque y pusiéramos a la Tierra en el centro de nuestras averiguaciones? Este libro es lo que pasaría. Para Lewis Dartnell la única manera de comprender nuestra historia consiste en explicar cómo nuestro planeta, desde el inicio de los tiempos, ha determinado nuestro destino. Toda especie está condicionada por su entorno. Es algo ineludible: las fuerzas geológicas ocasionaron nuestra evolución en África oriental; los terrenos montañosos característicos de Grecia favorecieron el nacimiento de la democracia en las antiguas polis, y el Himalaya guarda una relación con la formación de las islas Británicas que muchos ignoramos. La historia de estas fuerzas es, en definitiva, la historia de la humanidad.
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