En Psicología del color, de la autora alemana Eva Heller, uno puede encontrarse al menos una vez en cada página (aunque suceda normalmente en cada párrafo) con datos que le encantaría no olvidar jamás. Curiosidades que difícilmente habréis leído en otros libros. Y lo mejor: todas las curiosidades tienen que ver con los colores, un tema muy poco explotado por la divulgación científica.
La influencia que tiene y ha tenido el color a lo largo de la historia a todos los niveles, desde el psicológico hasta el histórico pasando por el económico o el cultural. Nada menos.
Algunos artículos que hemos escrito inspirados por el libro: El mortal color verde / Si quieres llegar más lejos, viste de rojo. Si quieres que tu caja pese menos, píntala de blanco.
Aparte del aporte de información relativa a cómo los colores influyen en nuestros sentimientos, de los dichos y saberes de cada color, de su empleo en el diseño de productos, de su poder en el marketing, de la cromoterapia y demás, lo que resulta más curioso del libro es que cada capítulo está dedicado a un único color (trece, en total), y al principio de cada uno de estos capítulos se enumeran los nombres de las variantes de dicho color: azul cobalto, verde sapo y cientos y cientos más.
Eva Heller es socióloga, psicóloga y profesora de Teoría de la Comunicación y Psicología de los colores, y eso se nota. Por ejemplo, para preparar el presente libro se consultaron a dos mil alemanes de diversos ámbitos culturales y profesionales sobre sus colores preferidos, los que aborrecían, qué impresiones les causaban cada color y qué colores asociaban a los distintos sentimientos. Se establecieron asociaciones en 160 sentimientos e impresiones distintos. Y se extrajeron correlaciones que indicaban que a la algarabía y la animación se relacionan los mismos colores que a la actividad y la energía; a la fidelidad, los mismos colores que a la confianza.
A pesar de las recomendaciones de los expertos en seguridad vial nadie elige un coche anaranjado, un color bien visible en la oscuridad y en la niebla. Mientras el automóvil sea un objeto de prestigio, la seguridad será menos importante que la apariencia. Un coche negro parece más caro que otro anaranjado, pero en realidad la pintura anaranjada es más cara que la negra porque los colorantes que necesita son mucho más que caros que los negros.
Sitio Oficial | Ficha en Editorial Gustavo Gili
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