Ya decía Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, que "cada pulga porta pulgas más pequeñas que se aprovechan de ella". Pero este libro de Rob Dunn, profesor de ecología aplicada de la Universidad del Estado de Calorina del Norte, va más allá. Mucho más allá.
Si sentís curiosidad (y no demasiadas manías ni escrúpulos), ¿Solo en casa?: La naturaleza del lugar donde vivimos, desde microbios hasta milpiés, grillos de las cuevas y abejas es vuestro libro.
Vida por doquier
Muchas de las espcies de las casas más diversas, de los hogares más repletos de vida, son beneficiosas, incluso necesarias. Algunas de estas especies favorecen el funcionamiento del sistema inmunitario humano, otras contribuyen al control de patógenos y plagas, otros son fuentes potenciales de enzimas y fármacos nuevos, otras permiten la fermentación de variedades nuevas de cervezas y panes, y miles de ellas realizan procesos ecológicos valiosos para la humanidad, como mantener el agua del grifo libre de patógnes.
¿Solo en casa?: La naturaleza del lugar donde vivimos, desde microbios hasta milpiés, grillos de las cuevas y abejas: 935 (Singulares)
Aunque produzca un poco de asco, hay que advertir, pues, que la mayoría de la vida que hay en nuestros hogares es inocua o beneficiosa: de todas las bacterias que hay en el mundo, de hecho, menos de 50 causan enfermedades con regularidad. Tenemos que acostumbrarnos a ella. Y, gracias a este libro, podemos realizar un extraordinario viaje para conocerla en profundidad.
Estamos, pues, ante un libro necesario, pero también interesante, bien escrito, ilustrado con pequeños gráficos y esquemas muy reveladores y, sobre todo, largo. Algo que se agradece cuando estás disfrutando de la lectura, como es el caso.
Por esa razón, también ha sido fuente de inspiración para alguna de nuestras entradas, como Toda esta vida es la que cabe al final del punto de esta oración.
En este libro Dunn nos presenta a los diminutos habitantes de nuestras casas para poner de manifiesto que en casi todos los casos nos benefician, y que intentar acabar con los organismos perniciosos solo sirve para empeorar nuestra vida y poner en peligro los ecosistemas que la cobijan. Pero también nos revela algo más: lo asombroso que es nuestro mundo, incluso esa parte de él que tenemos delante de las narices. Quien lea esta obra apasionante, reveladora y llena de humor nunca más volverá a ver su casa o la vida que hay en ella de la misma manera.