Hasta hace poco no sabía mucho de Jackson Pollock. Que era norteamericano y que murió a los 44 años a causa de un accidente de tráfico. Que su pintura más famosa , # 5 , 1948 tiene el récord de subasta al venderse en 140 millones de dólares. Que Ed Harris rodó un biopic sobre él. Que básicamente sus pinturas consistían en manchar el lienzo de forma anárquica.
Pero lo cierto es que las pinturas de Jackson Pollock tienen una fuerte relación con las matemáticas. Concretamente con los fractales.
A mediados de 1940, Pollock creó el expresionismo abstracto. Para ello usaba grandes lienzos en los que aplicaba su técnica del drip and splash o goteo y rociadura. Para muchos no dejan de ser manchas.
Sin embargo, ha habido ocasiones en los que se han logrado detectar falsificaciones de los cuadros de Pollock. Es decir, que allí donde sólo vemos manchas, parece que Pollock conseguía crear cierta seña de identidad.
R. Taylor, A. Micolich y D. Jonas son unos científicos australianos que publicaron en 1999 un artículo en Nature donde anunciaban que los cuadros de Pollock de la época “drip and splash” tenían estructuras fractales, generadas tanto por como escurría la pintura (diferencias en la anchura de las gotas y regueros) como por la configuración geométrica que seguían los regueros que derramaba el pintor en sus vuelos alrededor del cuadro.
Los científicos llegaron a medir la dimensión fractal de esas estructuras. Sus cálculos mostraban que esa dimensión empezó a tomar valores mayores que 1 (es decir, su pintura empezó de verdad a ser fractal) a mediados de la década de los 1940; a partir de entonces fue en aumento constante y progresivo hasta alcanzar en 1952 valores cercanos al 1,7 para la dimensión de los patrones caóticos generados por el escurrir de la pintura, y 1,9 para la dimensión de las configuraciones caóticas debidas al movimiento de Pollock.
El patrón de crecimiento de esos números era tan uniforme, tanta era su regularidad en las obras analizadas, que podía ser usado para determinar la autenticidad de las obras de Pollock, e incluso para datarlas.
Es imposible que Pollock supiera lo que estaba haciendo en realidad o que pudiera controlar las dimensiones fractales. Se guiaba por la intuición, por su estilo. Si queréis ver la forma que tenía de trabajar, no os perdáis la película Pollock. Allí veréis que Pollock tocaba y retocaba una y otra vez sus cuadros, añadía gotas por aquí y regueros por allá en un proceso que podía llevarle meses hasta dar un cuadro por acabado.
Pollock descartaba muchos de sus cuadros o recortaba los bordes de otros, cuando en esos puntos la pintura no era tan compleja como él quería. Lo que medían los científicos australianos, pues, no sólo eran las dimensiones fractales de los cuadros de Pollock sino el propio estilo de Pollock. Porque fue el primer artista de arte fractal
Vía | Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas, de Antonio J. Durán
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