Las posibilidades de contagio en hospitales a través de superficies de plástico de uso sanitario y alimentario podrían disminuir gracias a un compuesto cristalino desarrollado por investigadores de la Universidad de Málaga y de la Universidad de Buenos Aires.
Este recubrimiento con guanidina, una sustancia que se adhiere al denominado policloruro de vinilo (PVC), un tipo de plástico muy usado en los sectores de agroalimentación y salud y que impide la fijación de microorganismos. Las características de la nueva superficie se han publicado en un estudio de la revista Materials Science and Engineering.
La guanidina sería una apuesta razonable para los hospitales porque su coste sería bajo en comparación con otros materiales que actúan como agentes bactericidas, como la plata. La plata ha sido empleada como antimicrobiano durante siglos. Egipcios y fenicios utilizaban cisternas de plata para conservar el agua, y con el mismo objetivo los emperadores chinos empezaron a utilizar cubiertos de plata.
Y es que a la mayoría de los organismos vivos no les gusta el contacto (y menos aún el contacto prolongado) con metales pesados. Los iones de plata actúan interfiriendo en la permeabilidad gaseosa de la membrana (respiración celular) y una vez en el interior de la célula, alteran su sistema enzimático, inhibiendo su metabolismo y producción de energía y modificando su material genético.
Más barato que la plata
La guanidina, sin embargo, no es tan cara como la plata. Además, a partir de estas conclusiones el equipo de expertos plantea el uso de este compuesto para facilitar el reciclaje y posibilitar el empleo múltiple de material considerado hasta ahora de un solo uso. Tal como indica Enrique Rodríguez Castellón, autor del artículo, de la Universidad de Málaga:
Este tratamiento confiere también posibilidades de reutilización, por lo que el material médico podría no ser desechable en ciertos casos y supondría un ahorro considerable en el sector sanitario. (...) Los polímeros basados en guanidina han demostrado ser un excelente agente bactericida en el PVC, lo que los convierten en herramientas muy aconsejables para paliar este problema.
El estudio forma parte del proyecto de excelencia Nuevos catalizadores para la preparación de bioproductos y combustibles limpios, financiado por la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía.
Vía | Sinc
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