Un nuevo sistema de fabricación de polímeros más fuertes y elásticos ha sido inspirado, como muchas otras cosas, por la naturaleza.
Concretamente, por el biso, una fibra natural obtenida de los filamentos que segregan moluscos como los mejillones.
Fortaleza sin fragilidad
Hacer esos materiales más fuertes por lo general significa hacerlos más frágiles, ya que, estructuralmente, los elastómeros son redes sin forma de hilos de polímeros, pero investigadores afiliados al Laboratorio de Investigación de Materiales de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos, han desarrollado un método para superar la compensación inherente entre la resistencia y la flexibilidad en polímeros elastoméricos.
Como explica la autora Megan Valentine, profesora asociada en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la UCSB:
En este documento, demostramos nuestra capacidad de utilizar esa comprensión para desarrollar materiales artificiales útiles. Este trabajo abre interesantes vías de descubrimiento para muchas aplicaciones comerciales e industriales.
Este polímero no solo mantuvo su elasticidad, sino que también se volvió 800 veces más rígida y 100 veces más dura.