Se estima que aproximadamente uno de cada 100-300 infectados por el HIV no desarrolla la enfermedad. Tienen el virus, el cuerpo desarrolla anticuerpos pero la cantidad de virus detectada en la sangre es mínima. No solo no desarrollan la enfermedad sino que es más difícil que la transmitan gracias a su baja carga vírica. Y todo ello sin recibir medicación.
Sus casos se añaden a los de algunas prostitutas keniatas vencen la enfermedad y ni siquiera generan anticuerpos. En este caso se cree que luchan contra la enfermedad utilizando linfocitos T en lugar de antibióticos. Por ello se están desarrollando vacunas que intentan estimular a los linfocitos T a luchar. Pero este comportamiento es aun más misterioso porque tienen los mismo síntomas que un recién infectado pero la enfermedad no evoluciona, ¿Cómo es posible?
Desgraciadamente aun no se sabe. Para intentar dar respuesta a este enigma, hay en marcha al menos un par de estudios en Toronto y Baltimore que intentan detectar a los individuos infectados que no presenten síntomas y analizar cuales es la causa.
Hay dos teorías principales. Es posible que estas personas hallan sido infectadas por un virus debilitado lo que ha permitido al cuerpo defenderse y controlar por si solo la enfermedad. La segunda teoría es que existe algún tipo de variación genética que convierte a esas personas en especialmente resistentes. En cualquier caso se espera que se recojan nuevos conocimientos que ayuden a luchar contra la enfermedad. Esperemos que así sea.
Vía | New Scientist
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