Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cincinnati (EE.UU.) ha descubierto que una célula guía (mTOR) ubicada en el cerebro está vinculada al desarrollo de enfermedades como el cáncer y la diabetes, pero además también se encuentra vinculada con la regularización del consumo de alimentos.
El descubrimiento podría servir de ayuda en los tratamientos de reducción de peso, ya que esta célula guía se activa a través de señales hormonales o nutrientes, su función no es otra que ayudar al cerebro a determinar la cantidad de energía existente en el cuerpo, vaya, como si de un contable de un banco se tratase.
A través del diseño de unos nuevos fármacos se podría activar esta célula y cambiar los parámetros energéticos reales y alterar el consumo de alimentos pronosticado.
Se consumen calorías para mantener los niveles de energía, además de tener una disponibilidad adecuada de ella. Las señales que informan a nuestro cerebro sobre el almacenamiento de energía y la que está disponible, pueden activar la célula guía en zonas claves para controlar el apetito.
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