Para los diabéticos, controlar el azúcar en la sangre puede ser un engorro. Los enfermos de tipo 1 tienen que controlar sus niveles de hasta seis veces al día. Un nuevo dispositivo podría hacer la vida mucho más fácil, proporcionando una solución no invasiva para el seguimiento de los niveles de glucosa, y sin la necesidad de extraer sangre.
El nuevo sensor, desarrollado por investigadores de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido, simplemente se pega al cuerpo por medio de adhesivos, y utiliza las emisiones de microondas para mantener el control de los niveles de glucosa en sangre. Los datos son recogidos por el dispositivo, y enviados de vuelta al teléfono del usuario.
¿Microondas cerca del cuerpo? No parece buen idea, sin embargo los investigadores aseguran que los niveles utilizados en el dispositivo son de alrededor de 1.000 veces inferiores que los producidos por un smartphone promedio. El dispositivo ya se ha utilizado en ensayos clínicos con unos 50 pacientes, y podría estar a disposición de los clientes en un futuro no muy lejano: con suerte, en unos cinco años.
Si no se mantiene bajo control, la diabetes puede conducir a la ceguera, a ataques al corazón, a derrames cerebrales, y a insuficiencia renal, entre otras. La diabetes afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo, y su prevalencia ha aumentado constantemente durante las últimas décadas, así que dispositivos como éste siempre son una excelente noticia.