El éxtasis es una droga ilegal que podría cambiar de chaqueta y ser beneficiosa, así se desprende de los estudios realizados por expertos norteamericanos e israelís con pacientes oncológicos que sufren ansiedad severa o en aquellas personas que padecen migrañas imposibles de tratar. El éxtasis podría ser utilizado como remedio terapéutico contra algunos desórdenes psiquiátricos.
Una investigación iniciada por el psiquiatra Michael Mithoefer hace tres años ha estado utilizando el éxtasis o también llamado MDA en 21 pacientes que sufrían estrés postraumático por experiencias dramáticas no superadas, como una violación o un asalto, ante la ineficacia de los tratamientos convencionales, se formaron dos grupos, al primero se le proporcionó un placebo y al segundo 125 mg de éxtasis en las sesiones de psicoterapia que se estuvieron realizando durante tres semanas.
Al parecer, los beneficios de la droga eran evidentes en los enfermos tratados, el éxtasis lograba arrancar, mostrando en las sesiones de psicoterapia, las emociones escondidas y asociadas al trauma que los enfermos experimentaron. Otro efecto interesante constatado por el psiquiatra era la reducción de la ansiedad, la pérdida del temor o la tranquilidad del paciente a la hora de ser tratado en cada sesión de psicoterapia. Al éxtasis se le podría denominar bisturí psicológico dados los beneficiosos resultados, sin embargo, los riesgos de utilizar esta droga no pasan inadvertidos y algunos científicos ya han advertido sobre los peligros que encierra esta droga en el cerebro.
Algunos de los efectos negativos podrían ser la inducción a sufrir Parkinson o provocar diversos daños neurológicos, entre otros. Las drogas con efectos psicodélicos son utilizadas en varios estudios de distintos países, Canadá, Israel, Estados Unidos, etc., son trabajos muy delicados que se observan con mucha cautela y crítica por los efectos negativos antes mencionados. Lo que resulta extraño es que siendo una droga constatada como peligrosa, los gobiernos hayan permitido este tipo de investigación, quizás la desesperación por tratar los síndromes de estrés postraumático sea la causa, de hecho, son una constante en los veteranos soldados norteamericanos que han sufrido la tortura de la guerra de Irak, por ejemplo.
Los estudios que se habían realizado hasta ahora hacían referencia a un consumo descontrolado, situación distinta a la de los estudios mencionados en los que el éxtasis es administrado de forma controlada y con el objetivo terapéutico que hemos indicado. Lo que es evidente es que es necesario realizar estudios más profundos que muestren exactamente sus efectos en el cerebro humano. Los resultados de estas investigaciones pueden ser satisfactorios, pero a largo plazo pueden resultar peligrosos para los pacientes.
En la publicación The Washington Post se ofrece un amplio resumen sobre las investigaciones y el trabajo realizado por los expertos, así como el aspecto crítico.
Vía | ABC Más información | The Washington Post Más información | Wikipedia
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