La grelina es la proteína que se encarga de despertar nuestra sensación de hambre, segregada fundamentalmente por el estómago y el duodeno. Según científicos de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), es muy adecuada para el rendimiento de nuestra memoria. Para tal afirmación se hizo un estudio con ratas de laboratorio a las que inyectaban una sustancia en el sistema nervioso central para medir la relación existente entre la ingesta de alimentos, la ansiedad y la memoria.
El caso es que, previamente a la ingesta de comida, los científicos habían constatado que los niveles de grelina se elevaban y ésta, hacía que los animales tuvieran una mayor ansiedad además de hambre, pero también descubrieron que mejoraba la memoria.
Entonces, lo mejor antes de realizar algún examen en la facultad, será pasar un poco de hambre a ver si así agudizamos un poco más la memoria.
Según los investigadores, aún faltan muchas más pruebas para que este descubrimiento tenga alguna utilidad terapéutica con los humanos, ya que se podrán elaborar fármacos que inhiban o estimulen los receptores de grelina. Sin duda podrán ser aplicados para enfermedades como la anorexia o la bulimia.
Susana Rubiales, profesora de Fisiología Humana del Departamento de Farmacología y responsable de la investigación, nos dice que según su hipótesis, “la representación en la memoria de la información relacionada con comidas ingeridas en el pasado reciente, es un factor que influiría sobre el consumo a posteriori, de manera que, manipulando el recuerdo de un episodio de ingesta se obtendría como efecto la reducción sobre el consumo subsiguiente”.
Vía | El economista