Una conclusión más del famoso Estudio Framingham. En este caso, la Universidad de Boston sugiere que las personas con uno o dos padres que han vivido más de 85 años tienen menos riesgos de enfermedad cardiovascular en la mediana edad.
El Framingham Heart Study es una cohorte multigeneracional promovido por la Universidad de Boston, que comenzó en 1948 con más de 5000 adultos residentes en la ciudad de Framingham, Massachussets. Gran parte de los conocimientos actuales sobre los beneficios de la dieta o el ejercicio derivan de las conclusiones que se han generado a partir de este estudio longitudinal.
En este caso, se estudió a 1697 miembros del Estudio Framingham, cuyos padres también pertenecían a la cohorte y estaban vivos a los 85 años o habían muerto antes de 2005. A los participantes se les hizo un seguimiento de doce años. Entre 1971 y 1975, cuando contaban una edad media de 40 años se les encuestó y se calculó su riesgo cardio vascular según el Framingham Risk Score. Entre 1983 y 1987 se reevaluó a 1319 pacientes.
Se observó que aquellos sujetos cuyos padres vivieron más, tenían un perfil de riesgo cardiovascular de menor riesgo en las edades medias de la vida, que aquellos cuyos padres murieron más jóvenes. Esta ventaja, según el estudio, persiste en el tiempo.
En realidad, las conclusiones que arrojan este estudio no son nada nuevo. Ya en el pasado se ha visto que los familiares de personas centenarias tienen una esperanza de vida por encima de la media y son menos propensos a padecer enfermedades cardíacas, diabetes o hipertensión, desarrollándolas a edades más avanzadas. Aunque no se trate de unas conclusiones novedosas, sí me ha parecido interesante para hablar un poco del Framingham Heart Study, una de las experiencias más interesantes de la historia de la epidemiología.
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