Investigadores estadounidenses han descubierto los condicionantes de la sensibilidad que presenta una persona ante el dolor, se trata de unas variaciones genéticas que actúan en la síntesis de la molécula BH4, esta molécula es indispensable para la producción de los neurotransmisores. Este nuevo estudio ayudará a entender el dolor crónico que se da en algunas personas.
La molécula BH4 es la clave en la producción del dolor, dependiendo de los niveles que presente en el organismo, el dolor será mayor o menor. Hay individuos que sienten menos dolor que otros, la causa es la herencia genética del mecanismo molecular que permite que la recepción del dolor sea mucho menor.
Con este descubrimiento, se destierra la creencia de que hay tipos duros que aguantan más el dolor por su personalidad, por las creencias o por la cultura, la realidad son unas diferencias en la biología del sistema nervioso central.
Uno de los investigadores y principal autor de la investigación, indica que hasta un 25% de la población posee este marcador genético que protege en mayor medida frente al dolor.
Para llegar a estas conclusiones se realizó un estudio donde se investigaron las respuestas y estímulos de 400 voluntarios ante un dolor leve inducido. Los investigadores determinaron que los sujetos que presentaban menor producción de la molécula en cuestión, padecían menor dolor. De todas formas aún queda mucho por investigar, conocer cuáles son las enzimas que controlan la molécula y cómo incide en las fibras del dolor.
El descubrimiento permitirá desarrollar nuevas estrategias en la lucha contra el dolor crónico, en España hay diversas clínicas para mitigarlo, pero sin duda los descubrimientos serán en un futuro próximo un valioso arma para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren algún tipo de dolor crónico.
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