Los científicos creen que las células madre pueden fomentar la creación de nuevos vasos sanguíneos que pueden ayudar a la recuperación después de un derrame cerebral.
Como prueba del estudio se practicó un tratamiento con células madre de la su propia médula ósea a cinco pacientes que habían sufrido recientemente un derrame cerebral.
Cuatro de los cinco pacientes habían sufrido un accidente especialmente grave, con pérdida de habla y parálisis de un lado del cuerpo. Tres de los cuatro pacientes fueron capaces de caminar y valerse por sí mismos de forma independiente a los seis meses y con un poco de ayuda los cinco pudieron moverse con soltura y participar en las tareas cotidianas.
Las células madre fueron insertadas directamente sobre las secciones dañadas del cerebro y fueron capaces de estimular el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos.
Ahora el siguiente paso es estudiar un grupo mayor de pacientes y esperar poder desarrollar un tratamiento basado en este nuevo enfoque.
Vía | BBC
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