Nunca las teorías de una intoxicación etílica habían tenido tanto eco, al menos en Internet. En los últimos días un extracto del programa de Cuatro Callejeros se ha convertido en un fenómeno social en Internet. En él se ve a una chica con claros síntomas de borrachera asegurar que dio positivo en el control de alcoholemia porque "las mujeres tenemos una hormona en menor cantidad que es la que se hace responsable... la que metaboliza el alcohol". ¿Qué hay de cierto en esto? Para eso, podríamos ver primero cuál es la vía de metabolización del alcohol etílico o etanol:
El alcohol se metaboliza en el hígado, en primer lugar lo hace el enzima alcohol deshidrogenasa (ADH, que en este artículo no será la hormona antidiurética), que transforma las moléculas de etanol en un compuesto más tóxico llamado acetaldehido, responsable del malestar que se da en la resaca. El acetaldehido puede ser desactivado por el glutation si alcanza niveles altos hasta que pueda ser procesado por la acetaldehido deshidrogenasa (AcDH) y transformado en ácido acético (para entendernos, vinagre), que luego entrará en las vías metabólicas normales a través del conocido ciclo de Krebs, enrutándose hacia la síntesis de los temidos triglicéridos, por ejemplo.
La capacidad hepática de oxidar el alcohol es limitada, dependerá de la cantidad de ADH y AcDH que expresen sus células hepáticas, así que en ingestas mayores de las soportadas por el individuo, se liberará a sangre etanol intacto y acetaldehido, responsables de los síntomas bien conocidos de la intoxicación etílica por su acción directa sobre los diversos sistemas, especialmente el nervioso y el locomotor. Parte de este alcohol, accederá al intercambio gaseoso de los pulmones, que es el que detectamos en aliento con los alcoholímetros y que, generalmente, es directamente proporcional a la concentración de alcohol en sangre.
Visto esto, y antes de entrar a distinguir entre hombres y mujeres, hay que decir que por motivos hereditarios se divide a las personas en acetiladores rápidos y lentos, es decir, que hay individuos que expresan isoformas de la ADH y AcDH "más eficaces" y otros cuyos enzimas son "menos eficaces". Estos últimos ante una misma ingesta, acusarán mayores síntomas de intoxicación que los acetiladores rápidos. Además, en la respuesta ante el etanol también influye la masa corporal del individuo y, sobre todo, su proporción de agua corporal. A mayores sean estas dos, menos síntomas.
Por último, no nos podemos olvidar de la importancia que tiene la habituación alcohólica, es decir, que a más acostumbrada esté una persona a ingerir etanol, mayores cantidades de éste serán necesarias para que se intoxique. Este efecto, por todos conocido, se debe al hecho de que los enzimas hepáticos aumentan su expresión por las células del hígado cuando una persona se expone al alcohol con regularidad.
Y ahora que ya conocemos de una forma sencilla qué ocurre con el alcohol etílico una vez que pasa de nuestra garganta, veamos qué ocurre con las mujeres:
A priori, ya podemos decir que, efectivamente, por norma general, las mujeres son más sensibles a la ingesta alcohólica que los hombres. Esto se debe a que suelen tener menor masa corporal que los varones y a que su proporción de agua corporal es también ligeramente menor. Pero entremos en lo que intentaba explicar nuestra amiga la YouTube-star: algunos achacan a motivos hormonales (como siempre, en las mujeres los estrógenos parecen tener la culpa de todo, bueno o malo) que la ADH se exprese en menor cantidad en el hígado femenino que en el masculino, lo que haría que a igualdad de condiciones, las cifras de alcohol en sangre y, por ende, las concentraciones en aire espirado, son más altas y permanecen por un tiempo más prolongado en las mujeres que en los hombres.
Y aquí es donde se equivoca la chica de la mancha en el pelo: no se trata de que falte ninguna hormona, sería más bien lo contrario, que la presencia de determinadas hormonas disminuiría la cantidad de enzimas. Y ante esto, esa carencia lo que hace no es que una mujer con mayores índices de alcoholemia pueda acusar menor intoxicación, sino precisamente que una mujer debería ingerir menos alcohol que su contrapartida masculina porque sabe que, en principio, tiene menor tolerancia y se embriaga más velozmente. Y, a igualdad de alcohol en sangre, igualdad de síntomas.
Ya que estamos con el tema, me gustaría comentar por encima en qué consiste el efecto antabús, propio de fármacos como el disulfiram, ampliamente usados en la rehabilitación de enfermos alcohólicos. Estos fármacos impiden la desactivación del acetaldehido por parte del glutation, lo que aumenta los síntomas desagradables de la ingesta alcohólica, incluso en dosis mínimas. El abuso de paracetamol, entre otros fármacos, también puede presentar efecto antabús.
Conclusión: si nuestra amiga, como asegura en el video, es alumna de cuarto de medicina, debería darle una vuelta al Guyton y repasarse las rutas metabólicas, algo que yo mismo he tenido que hacer antes de escribir este artículo (la memoria tiene un límite).
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