Un grupo de investigadores de la Universidad de Lund, en Suecia, en colaboración con colegas en Copenhague y Singapur, han mapeado cómo los propios péptidos del cuerpo actúan para reducir la infección y la inflamación mediante la desactivación de las sustancias tóxicas que se forman en el proceso.
El estudio, que ha sido publicado en Nature Communications, hace sugerir a los autores que podría conducir a nuevos medicamentos contra la infección y la inflamación en el proceso de curación de heridas.
Sistema inmune
Las toxinas que se neutralizan, conocidas como lipopolisacáridos (LPS), provienen de las paredes de las células bacterianas y generan una reacción inflamatoria. La reacción es una parte necesaria de nuestro sistema inmunitario en el que nuestros cuerpos responden rápidamente y luchan contra las bacterias invasoras.
Sin embargo, puede sobreactivarse y volverse dañino, como se observa en heridas infectadas; y en el caso de que las bacterias se extiendan a la sangre, se puede desembocar sepsis o o septicemia.
Según explica Rathi Saravanan, investigador principal de la Escuela de Medicina Lee Kong Chian en la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur, y primer autor del estudio:
Mediante el uso de biofísica avanzada como el análisis de resonancia magnética nuclear, combinado con modelos moleculares y estudios biológicos demostramos que estos péptidos forman una estructura en forma de C que permite la captura e inactivación de LPS. También interfieren simultáneamente con las respuestas inflamatorias mediadas por receptores.
Actualmente, la mayoría de los medicamentos apuntan a bloquear más o menos completamente un objetivo, como un receptor. Pero eso corre el riesgo de una desactivación del sistema de defensa inmune que puede ser perjudicial. Los investigadores de dermatología ahora quieren desarrollar un gel peptídico para mejorar la cicatrización de heridas de la piel en estudios con pacientes.
Ese es el objetivo principal, pero también estudiaremos la posibilidad de desarrollar nuevos medicamentos contra las infecciones en los ojos y varios órganos internos. Esto se convertirá en una nueva forma de prevenir la infección y la inflamación sin usar antibióticos.