¿Por qué nos sentimos somnolientos tras una comida? Es posible que nuestra popular siesta no solo este programada en los genes sino que, además, pueda tener ventajas evolutivas. A esta sorprendente conclusión ha llegado Denis Burdakov, de la Universidad de Manchester, analizando el comportamiento de un grupo especial de neuronas.
Estas neuronas se encuentran en el hipotálamo y generan una proteína llamada orixina o hipocretina que es fundamental para mantenernos despiertos. Lo que este investigador ha demostrado es que un diminuto aumento de la concentración de glucosa desactiva la producción de esta proteína. Cuando los alimentos entran en nuestro organismo y empiezan a ser digeridos, el nivel de glucosa en sangre aumenta. Y, por consiguiente, disminuye la producción de hipocretina y tendemos a quedarnos dormidos.
¿Y la ventaja evolutiva? Un aumento de hipocretina causado por la falta de glucosa nos activa y nos mantiene despiertos en busca de mas alimentos. Por el contrario, cuando estamos saciados, no es necesario buscar más comida. Podemos descansar y utilizar nuestras energías para procesar los alimentos. En el lado malo, un funcionamiento anómalo de este mecanismo ocasiona problemas de somnolencia e incluso narcolepsia.
Y, tal vez, puede estar detrás de la obesidad. Es sabido que las mismas neuronas regulan el apetito y el metabolismo. Denis Burdakov sospecha que el control del nivel de glucosa es una pieza fundamental en el proceso. Si fallan las neuronas encargadas de medir el nivel de glucosa, esto puede ocasionar una ingestión excesiva de comida para intentar elevarlo. Una curiosa relación.
Vía | New Scientist En Genciencia | El sueño reparador
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