Los drones podrían llevar a los órganos donantes a los órganos receptores más rápidamente que los métodos de transporte tradicionales, lo que aumenta la probabilidad de que los órganos sigan siendo "viables" cuando lleguen a su destino.
En la primera prueba en este sentido, realizada el mes pasado, un dron entregó un riñón para una mujer de 44 años de Baltimore con insuficiencia renal y que había pasado ocho años en diálisis. El dron hizo la entrega hasta el Centro Médico de la Universidad de Maryland, a varios kilómetros de distancia.
Éxito en la primera prueba
El riñón se trasplantó con éxito en esta prueba piloto. El avión no tripulado era un modelo personalizado con ocho rotores para garantizar la estabilidad. La universidad creó un aparato especial capaz de medir y mantener la temperatura, la presión barométrica, la altitud, la vibración y la ubicación, para garantizar que el órgano se mantuviera en las mejores condiciones posibles durante el vuelo.
Antes de la prueba, el equipo de investigación hizo otras pruebas de viabilidad con el transporte de solución salina, tubos de sangre y otros materiales.
Un paso pequeño pero significativo, si bien no es la primera vez que se utiliza un avión no tripulado para entregar suministros médicos. Por ejemplo, se han utilizado aviones no tripulados para entregar medicamentos en Ghana y vacunas en Vanuatu.