Según un estudio realizado en la comunidad de Madrid (España), un 80% de los hospitales españoles reutiliza los dispositivos desechables, a pesar de estar expresa y terminantemente prohibido. Según dicho estudio, la mayoría de los centros nacionales envían los productos de un solo uso a sus servicios de esterilización y, tras un lavado, los ponen de nuevo en circulación.
La administración y los profesionales de la salud conocen sobradamente dicha práctica, la cual ha sido denunciada en diversas ocasiones, pero la reutilización del material de usar y tirar continúa siendo habitual en centros públicos y privados. Por supuesto, en ningún caso se informa al paciente.
España no es el único lugar del mundo donde se reutiliza ilegalmente el material desechable. En Canadá el 41 % de los hospitales lo hace y en Finlandia el 100 %. Sin embargo, algunos países, como EEUU o Alemania, permiten la reutilización bajo ciertas condiciones, como, por ejemplo, la más básica: informar al paciente de que el material a utilizar es de segunda mano.
La "justificación" de la reutilización es de tipo económico, pudiendo llegar a representar un ahorro de 45 mil euros anuales a un hospital pequeño y varios millones a uno grande. El ahorro global para Europa se ha calculado en 20 mil millones de euros cada año. Aún así, difícilmente puede aprobarse una práctica que pone en riesgo la salud de las personas.
El caso del anestesista Juan Maeso, condenado a 1.933 años de prisión por el contagio masivo del virus C de la hepatitis a 276 personas, pone en evidencia dicho riesgo. A pesar de la dura condena, el caso Maeso no es un hecho aislado. Contagios similares, cuyo origen es la reutilización de dispositivos de un solo uso, se han producido en otros centros españoles, si bien el número de infectados ha sido menor, pasando prácticamente inadvertidos.
Algunos expertos, frente a la magnitud del problema y la falta de control, proponen regularizar la reutilización, así como recuperar materiales como el metal y el cristal, fácilmente esterilizables y muy duraderos. La mayoría de dispositivos de un solo uso se elaboran partiendo de plásticos de diversos tipos que dificultan una esterilización adecuada.
Vía | Soy donde no pienso Más información | Los expertos piden un consenso para regular el reciclaje pero con estrictos controles de seguridad