La migraña es una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza, pulsátil, acompañado de náuseas o vómitos, sensibilidad a la luz o los sonidos, usualmente muy intenso e incapacitante para quien lo sufre. Su origen es una combinación de factores genéticos con ambientales, que afecta a entre el 11% y el 16% de la población general, siendo la incidencia más alta en las mujeres.
Según algunas estimaciones, la migraña es la tercera enfermedad más común en el mundo, y se encuentra entre las diez principales causas de discapacidad. Ahora, la FDA (la Administración de Medicamentos y Alimentos) acaba de aprobar el que es el primer fármaco para combatir esta dolencia.
Aimovig
El medicamento, llamado Aimovig, fabricado por Amgen y Novartis, es una inyección mensual con un dispositivo similar a una pluma de insulina. El precio será de 6.900 dólares por año, y Amgen ha señalado que el medicamento estará disponible para los pacientes dentro de unos pocos días.
Aimovig bloquea un fragmento de proteína CGRP, que promueve y perpetúa las migrañas. En ensayos clínicos, las personas que tomaron los nuevos medicamentos informaron de que no hubo más efectos secundarios que los que tomaron un placebo. Los efectos secundarios a largo plazo y entre las personas con enfermedades crónicas aún no se han determinado.
Otras tres compañías, Lilly, Teva y Alder, tienen medicamentos similares en las etapas finales de estudio o en espera de la aprobación de la FDA. Estos fármacos no previenen todos los ataques de migraña, pero pueden hacerlos menos severos y pueden reducir su frecuencia en un 50 por ciento o más. Como lo expresó un editorial reciente en la revista JAMA, son "progreso, pero no una panacea".
CGRP
Las personas que sufren migrañas parecen tener demasiado CGRP. Así pues, el bloqueo de CGRP puede evitar dolores de cabeza sin interferir con sus funciones normales en el cuerpo (porque esta proteína también está involucrada en la transmisión de señales entre los nervios y también en la dilatación de los vasos sanguíneos).
Hace tiempo, las compañías farmacéuticas empezaron a desarrollar moléculas pequeñas para bloquear CGRP, pero resultaron ser demasiado tóxicas para usarse como medicamentos.
Entonces, empezó a recurrirse a los anticuerpos, que funcionan de manera diferente. Aimovig, el fármaco recientemente aprobado, bloquea la molécula en la superficie de la célula a la que debe unirse el CGRP para funcionar. Los anticuerpos persisten en el cuerpo, por lo que los pacientes deben recibir tratamiento solo una vez al mes.
No, no es la panacea, pero sin duda es un enorme paso.
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