Las cosas pueden ser ciertas o falsas, todo lo contrario, o bien estar sujetas a debates en los que sucesivamente se concluyen cosas contradictorias, por sistema. Esto ocurre por ejemplo en el tema del cambio climático, en el tema de la contaminación electromagnética, y también en el de la salud. Evidentemente, yo no tengo la capacidad de evaluar estos temas en profundidad, ya que no tengo medios para realizar experiencias, pero es curioso como la diferente mirada a un mismo tema da resultados tan dispares. Parece que los estudios que primero decían que beber moderadamente (de dos a cuatro consumiciones alcohólicas al día) era bueno para la salud se transformaron después en estudios que afirmaban que una copa era lo saludable. Y ahora le toca el turno al "bueno, quizás no tanto, o si, o bueno, dudamos". ¿En qué quedamos?
En teoría, quienes dudan lo hacen respecto a los datos, la muestra sobre la que se medía esto, diciendo que estaba equivocada. Que se metían en el mismo saco a los bebedores habituales que en algún momento dejaban la bebida junto con los abstemios de toda la vida. Entonces, la proporción de bebedores sanos contra no bebedores sanos se equilibraría, pues de entre los "no bebedores", algunos (los que dejaron la bebida por problemas de salud) engrosaban las listas de perjudicados. De momento la cosa queda en que aparentemente, un consumo moderado de bebidas alcohólicas es, cuando menos, no perjudicial para la salud.
Vía | Sciencemag
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