Según un estudio publicado en The Lancet, la exposición aguda al calor y al frío puede aumentar el riesgo de mortalidad por múltiples causas de muerte.
En 2019, en todos los países para los que se disponía de datos, la mortalidad media atribuible al frío superó la mortalidad atribuible al calor. Los efectos del frío fueron más pronunciados en China y Nueva Zelanda, mientras que los efectos del calor fueron más pronunciados en China y Brasil. A nivel mundial, se estima que 1,69 millones de muertes fueron atribuibles a temperaturas extremas.
17 causas de muerte
Los investigadores encontraron que 17 causas de muerte cumplían con los criterios de inclusión. Se observaron relaciones en forma de J con la temperatura diaria para cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, miocardiopatía y miocarditis, cardiopatía hipertensiva, diabetes, enfermedad renal crónica, infección de las vías respiratorias inferiores y enfermedad pulmonar obstructiva crónica; el riesgo de causas externas, incluidos homicidio, suicidio, ahogamiento y lesiones no intencionales, aumentaba monótonamente con la temperatura.
Las estimaciones de temperaturas no óptimas oscilaron entre 7,98 y 35,1 muertes por 100.000 en Brasil y China, respectivamente, con fracciones atribuibles a la población de 1,2 y 4,7 por ciento, respectivamente.
Katrin G. Burkart, de la Universidad de Washington en Seattle, y sus colegas vincularon las muertes con las estimaciones de temperatura diarias, modelaron los riesgos relativos específicos de la causa para las causas individuales de muerte y calcularon la carga atribuible a la temperatura total y específica de la causa. A continuación, se aplicaron los riesgos relativos específicos de la causa a todas las ubicaciones a nivel mundial.