En cualquier charla de bar, a la hora de abordar la superpoblación del continente africano (sobre todo en países como Chad), uno, sobre todo si va un poco achispado, puede empezar a hablar de lanzar bromuro desde las alturas, esterilizar a la población, o también enviar más comida, o enseñarles a pescar en vez de darle los peces. También se suele mencionar la educación sexual, los profilácticos y otras medidas de contracepción.
Sin embargo, ello denota lo poco que conocemos África (aquí podéis conocerla más, como por ejemplo descubriendo que allí cabría EEUU, China y toda Europa holgadamente); y también denota lo poco que conocemos la psicología humana. Porque a menudo olvidamos la poderosa correlación que produce el agua. Porque a más agua, menos hijos. Es decir, que si los africanos dispusieran de más agua potable, también tendrían menos hijos. Como el si el H20 fuera el mejor profiláctico del mundo.
La mayoría de países del planeta tienen un tasa de fertilidad en o por debajo de el nivel de reemplazo. Es decir, que tienen una población estable o decreciente. Sin embargo, el número de personas del mundo no deja de crecer.
Urbanización para controlar la reproducción
El hecho de que la superpoblación sea un problema cada vez más acuciante procede de los países en vías de desarrollo. En tales países, el número de nacimientos es mucho mayor que el defunciones. Y en dichos países, los lugares donde se tienen menos hijos son las ciudades: es decir, que la urbanización frena el despiporre reproductivo.
Es otras palabras, que el verdadero problema de la superpoblación tiene su epicentro en los campos y los contextos rurales de los países en vías de desarrollo. La razón es meramente de efectividad manual: para desempeñar el trabajo en el campo, sin tecnología, se necesitan muchas manos. Por eso los agricultores tienen familias tan amplias.
La lógica reproductiva es la siguiente: al menos se necesitan tres hijos por cada pareja, porque lo más probable es que uno muera, el otro se quede en casa para cuidar de la tierra, y se ocupará de los padres conforme envejezcan. Para el tercer hijo se reunirá el suficiente dinero para que acuda a la escuela, de modo que tenga la oportunidad de obtener un trabajo menor.
En resumidas cuentas: la elevada mortalidad y la falta de tiempo para hacer otra cosa que no sea sobrevivir es la razón principal de las altas tasas de reproducción. Y, a su vez, la escasez de agua o el agua contaminada es a menudo la raíz del problema de mortalidad. Tal y como explica Peter H. Diamandis en su libro Abundancia:
De los 1.100 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua no contaminada, el 85 por ciento vive en el campo. De los 2,2 millones de niños que mueren al año por beber agua contaminada, la inmensa mayoría también viven en el campo. Así pues, una máquina capaz de proporcionar agua potable a esas comunidades, al aumentar la salud y las tasas de supervivencia de los niños, en realidad reduciría la fertilidad allí donde más importa hacerlo.
En ese sentido, más que educación, bromuro o genocidio, lo que necesitan los africanos es algo como Slingshot, un purificador de agua que haces las veces, visto lo visto, de profiláctico. Slingshot es solo la punta del iceberg. La investigación sobre cómo convertir el agua salada en agua potable (el 98,5 % del agua del mundo es salda, el 1 % está congelada y solo el 0,5 % es dulce) debería ser, quizá, el principal tema de conversación en la tasca de bar celtíbera en la que hemos entrado. Aunque, si fuera así, quizá estaríais viviendo un sueño demasiado idílico. O es que John Oldfield, director ejecutivo de la iniciativa de apoyo WASH, está por allí tomando una copa (de agua) y manifestando lo que sigue:
La mejor manera de controlar la población en mediante el aumento de la supervivencia de los niños, educando a las niñas, y haciendo que se conozcan los procedimientos de control de la natalidad y se disponga de ellos. Con diferencia, lo más importante es aumentar la supervivencia de los niños. En comunidades en que las tasas de mortalidad infantil rondan casi un tercio, la mayoría de los padres optan por superar considerablemente el tamaño de su familia deseada […] Es antiintuitivo, pero erradicar la viruela y las enfermedades para las que existe vacuna y frenar las enfermedades diarreicas y la malaria son los mejores programas de planificación familiar diseñados hasta la fecha. Más enfermedades, especialmente las que afectan a los pobres, aumentarán las tasas de mortalidad infantil y en menores de un año que, a su vez, harán que aumente la tasa de natalidad. Con menos muertes en la infancia, consigues tasas de fertilidad más bajas, realmente es así de simple.
Actualmente, mil millones de personas carecen de acceso al agua potable, 2.600 millones no tienen acceso a unas condiciones de salubridad básicas. La mitad de las hospitalizaciones a escala mundial se deben a gente que bebe agua contaminada con agentes infecciosos. Según la OMS, solo uno de esos agentes infecciosos, las bacterias que causan la diarrea, matan 1,8 millones de niños al año. Imaginad lo que pasará cuando todo el mundo disponga de agua. Se salvarían millones de vidas, y dejarían de nacer otras millones.
Fotos | Water droplet blue bg05
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