"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito". Así era el anuncio por palabras que el británico Ernest Shackleton publicó en el Times, en 1914, a fin de reclutar héroes que se unieran a la tripulación del Endurance, a la expedición a la Antártida más fantástica de todos los tiempos.
La embarcación se hundió en 1915, estrujada por el hielo marino que la bloqueó en el mar de Weddell y se hundió en una zona de 3.000 metros de profundidad. Ahora se pretende enviar otra expedición fantástica para encontrar el Endurance, que desapareció en aquella epopeya.
Endurance
Shackleton y su tripulación de la conocida como Expedición Imperial Transatlántica, que aspiraba a ser la primera en atravesar por tierra la Antártida, fueron forzados a utilizar botes salvavidas para hacer una escapada a través del Océano Austral, hasta que fueron rescatados, sin una sola baja, en la isla de Georgia del Sur.
El investigador británico Julian Dowdeswell dirigirá la expedición internacional, prevista para enero o febrero de 2019. Con todo, esta no es la misión principal de esta expedición, sino una sencudaria: lo prioritario será visitar y estudiar la plataforma de hielo Larsen C, que en julio pasado parió uno de los icebergs más grandes jamás registrados en la Antártida.
Según ha explicado Dowdeswell, director del Scott Polar Research Institute (SPRI) en Cambridge:
En nuestro estudio de Larsen, operaremos vehículos subacuáticos autónomos (AUV). Pero si podemos ubicarlos en el lugar donde se cree que está Endurance, los enviaremos bajo el hielo para realizar una encuesta. Están equipados con ecosondas de haz múltiple que miran hacia abajo, que pueden trazar en una cuadrícula la forma del fondo marino.
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