Ya no sólo el tabaco puede afectar al desarrollo del feto (las mujeres que fumaron durante el embarazo tienen bebés que pesan algo menos que la media) sino que también influye la contaminación del tráfico urbano, según un estudio sin precedente en España llevado a cabo por el Centre d´Investigació en Epidemiologia Ambiental a petición de la Conselleria de Medi Ambient, en Sabadell, Barcelona.
El dióxido de nitrógeno afecta al peso y desarrollo craneal y abdominal de una forma tan precisa que puede establecerse que, por cada 10 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire en el ambiente, los efectos sobre el feto en la semana 22 de gestación son:
Perímetro abdominal: mide 6,37 milímetros menos que la media.
Perímetro craneal: mide 6,24 milímetros menos que la media.
Sienes: la distancia entre las dos sienes es 2,16 milímetros menor que la media.
Peso: el peso del feto es de 82 gramos menos que la media.
Los datos reafirman los ya obtenidos por otra investigación, un estudio del departamento de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Medicina de Nueva Jersey, Estados Unidos, publicada online en el Journal of Epidemiology and Community Health.
Allí se analizaron 336.000 nacimientos en la zona de Nueva Jersey entre 1999 y 2003 y cruzaron estos datos con los niveles de polución diarios del estado. Para cada madre, se tuvo en cuenta el grado de contaminación presente en un radio de hasta 10 kilómetros a la redonda de su lugar de residencia.
Los niños que tienen un desarrollo fetal inferior a lo previsto, de adultos tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y obesidad, además del retraso neurológico observable en los primeros años de vida.
Con todo, el humo del tabaco continúa siendo más negativo para el crecimiento fetal que la contaminación ambiental.
Vía | El Periódico
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