En el contexto de nuestra participación en el evento Twenergy, en nuestro traslado de Madrid a Málaga tuvimos la oportunidad viajar en el AVE de Renfe. Durante el trayecto en el mismo, se nos ofrecieron algunas claves a propósito de las emisiones que genera tal medio de transporte.
Lo que nos desvelaron es que las emisiones de CO2 son un 20% inferiores a las del tren convencional que operaba en el corredor antes de diciembre de 2007, cuando entró en funcionamiento el servicio AVE Madrid-Málaga. También se estima que se han evitado unos 7.000 vuelos al año, que darían lugar a unas emisiones de 76.000 toneladas de CO2.
Durante el trayecto, a 200 km/h, también tuvimos la oportunidad de poder conocer la cabina de mando, donde se nos explicó el funcionamiento del freno regenerativo (KERS), un dispositivo que permite reducir la velocidad de un vehículo transformando parte de su energía cinética en energía eléctrica. Esta energía eléctrica es almacenada para un uso futuro.
En conclusión, AVE se vanagloria de ser el único modo de transporte que utiliza las energías renovables en España de forma significativa, y la conexión con otros transportes públicos y otros modos sostenibles.
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