Fiyi, un país del Pacífico sur con unos 881.000 habitantes, declaró ayer el estado de desastre natural por la presencia del ciclón Winston, con vientos sostenidos de 230 kilómetros por hora y ráfagas de 325 kilómetros por hora. La región está sufriendo la mayor tormenta registrada hasta la fecha en el hemisferio sur.
El ciclón ha provocado olas de hasta 12 metros en el mar. En el siguiente vídeo podéis ver unos segundos de lo que están viviendo sus habitantes:
Varias zonas del país se encuentran ya sin electricidad y pasarán la noche a oscuras por los fuertes vientos y las lluvias que está desencadenando este ciclón, de Categoría 5.
La mayor tormenta registrada en la historia
El Gran Huracán de 1780, también conocido como Huracán San Calixto, que azotó varias islas del Caribe, es probablemente el huracán que más muertes ha causado desde que se tienen registros: 22.000 personas perdieron la vida.
Hasta la llegada de Sandy, el huracán Igor ostentaba el récord del huracán más grande del Atlántico con 1.480 kilómetros de diámetro. Pero el que más daños económicos ha causado es el Katrina es el que más ha causado, debido sobre todo a la fuerza con la que impactó en la ciudad de Nueva Orleans.
Los huracanes, ciclones y tifones son exáctamente el mismo fenómeno meteorológico, con la excepción de que le damos distintos nombres de acuerdo al lugar en el que se desarrollan.
Pero si hablamos de la tormenta, en general, más mortífera de la que se tiene constancia, entonces hemos de fijarnos en una que tuvo lugar en Bangladesh, el séptimo país con mayor número de habitantes del mundo. Durante la noche del 12 al 13 de noviembre de 1970, cuando la mayor parte de la población dormía, un viento de más de 180 km por hora desencadenaron olas de más de 12 metros de altura.
Según explica John Withington en su libro Historia mundial de los desastres:
Según las cifras oficiales, los muertos se estimaron en medio millón, más otras cien mil personas desaparecidas, lo que convierte a esta tormenta tropical en la más mortífera de la historia. Según otros cálculos, el número es aún mayor: hasta un millón de muertos, y millones de personas sin hogar.