El petróleo, primero, y la construcción, el comercio, el turismo y el sector financiero, después han contribuido a hacer de Dubái al lujo y a los despropósitos más extraños, como sus máquinas expendedoras de oro. Pero Arabia Saudita ya se prepara para cuando se acabe el petróleo.
Uno de sus principales proyectos es crear una ciudad postpetróleo, que ya está empezándose a construir, llamada Masdar. Esta ciudad está ubicándose en las afueras de Abu Dhabi.
Abu Dhabi es el cuarto mayor productor de petróleo de la OPEP, con un 10 % de todas las reservas mundiales. Por esa razón, sorprende en un primer momento que Masdar se esté construyendo gracias a la Abu Dhabi Future Energy Company en las afueras de esta ciudad petrolífera por antonomasia. Masdar pronto albergará a 5.000 personas, y 40.000 trabajarán allí. No permitirá la entrada de coches dentro del perímetro de la ciudad.
Masdar es uno de los proyectos de construcción más caros de la historia, pero será uno de los lugares más sostenibles, también. Entre otras cosas, gracias al sol que baña la región, tal y como explican Peter H. Diamandis en su libro Abundancia:
La cantidad de energía solar que alcanza nuestra atmósfera ha sido bien fijada en 174 petavatios, más o menos un 3.5 por ciento. De este flujo solar total, aproximadamente la mitad alcanza la superficie terrestre. Dado que actualmente la humanidad consume en torno a 16 teravatios anualmente (siguiendo las cifras de 2008), hay 5.000 veces más energía solar cayendo en la superficie del planeta de la utilizamos. Una vez más, no es cuestión de escasez, sino de accesibilidad. Además, en lo que respecta a las guerras del agua, Masdar se encuentra en el golfo Pérsico (que es un inmenso espacio acuático).
A finales de octubre, el arquitecto Norman Foster visitó los trabajos, que han experimentado un nuevo impulso tras el parón de la crisis económica. Está previsto que en los próximos dos años terminen las obras de 500 viviendas y entren a vivir 3.000 nuevos vecinos. Masdar, que significa fuente, tiene capacidad para 50.000 personas. Las primeras 200 ya se han instalado.
Si bien el diseño de Masdar constituye una respuesta específica a su ubicación y su clima, los principios subyacentes son aplicables a cualquier lugar del mundo. En este sentido, la ciudad constituye un modelo de ciudad sostenible del futuro, tal y como explica en Foster and partners.
Se calcula que Masdar necesitará una cuarta parte de la energía que consume una comunidad con un tamaño similar , y consumirá un 60% menos de agua. Desgraciadamente la crisis mundial ha afectado al proyecto y se espera que finalice cinco años más tarde de lo previsto, en 2030.
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