Según señala un estudio de El Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wide Fund for Nature), la crisis ribereña iguala en importancia y peligrosidad a los efectos del cambio climático.
WWF/Adena ha hecho un llamamiento a los gobiernos para proteger eficazmente el flujo natural de los ríos así como la distribución y el uso del agua, a fin de proteger los hábitats y los medios de vida de grandes civilizaciones humanas. Además se busca que los responsables políticos admitan el problema en este momento, y no cuando la emergencia de agua dulce adquiera proporciones difíciles de afrontar.
Según la organización, la continua pérdida de caudal, como consecuencia de la deficiente planificación y la protección inadecuada de las áreas naturales, indica que no está garantizado que el agua fluya para siempre.
El estudio revela que los embalses del Danubio, uno de los ríos más grandes en Europa, han destruido un 80 por ciento de los humedales y llanuras de inundación de su cuenca. Según Jamie Pittock, que dirige el programa de agua dulce de la WWF, la crisis de agua dulce refleja el grado en que el desarrollo incontenido hace peligrar la capacidad de la naturaleza para satisfacer nuestras crecientes demandas.
WWF/Adena señala también que los acuerdos de cooperación para la gestión de recursos compartidos, como la Convención Sobre Cursos de Agua de las Naciones Unidas, deben ser ratificados y dotados de los recursos para que funcionen en la realidad.
El informe de la WWF se centró en 10 de los ríos más importantes del mundo: el Danubio, el Río Bravo, el Plata, el Yangtze, el Mekong, el Salween, el Ganges, el Nilo y el australiano Murray-Darling. Así mismo, se destaca que solamente 21 de los 177 ríos más largos del planeta transcurren libremente desde sus nacederos hasta el mar.
Vía | adnmundo En Genciencia | Día Mundial del Agua 2007. Afrontar la escasez Más información | WWF