La máxima velocidad del viento registrada se encuentra en el Monte Washington, Estados Unidos: el 12 de marzo de 1934, 371 kilómetros por hora; pero en general el lugar más ventoso es Commonwealth Bay, en la Antártida, donde se han sentido ráfagas de 320 kilómetros por hora.
La máxima temperatura fue en Azizyah, Libia: el 13 de septiembre de 1922 se midieron 58 grados centígrados. Pero en general, el lugar más caluroso de la Tierra está en Dallol, Etiopía, donde la media anual no baja de los 34,4 grados centígrados.
En el otro extremo del mercurio, el lugar más frío es Plateau Station, en la Antártida, donde hay –89 grados centígrados de media (aunque si soy justo, debería decir que el lugar más frío del universo está en Finlandia, donde en el año 2000 un equipo de la Universidad de Tecnología de Helsinki consiguió enfriar una pieza de rodio a una décima parte de una milmillonésima de grado por encima del cero absoluto, –273 grados, la menor temperatura que se puede alcanzar debido a las leyes de la física: incluso en el espacio interplanetario es raro hallar temperaturas por debajo de los –245 grados).
Aunque si sólo contabilizamos los sitios habitados, entonces debo mencionar como lugar más frío a Oymyakon, en la república rusa de Yakutia, al este de Siberia, en una meseta a 750 metros sobre el nivel del mar donde los termómetros marcan hasta –71,2 grados centígrados, récord alcanzado en 1926. Vivir allí es peor que vivir en un congelador, bien los saben sus 800 habitantes. Tanto es así, que sus pescadores, cuando extraen las capturas, éstas se congelan a menos de 30 segundos, con lo cual no precisan de hielo conservante; la leche se comercializa en bloques helados de color mármol; la comida no se guarda en neveras sino en el vestíbulo de la casa, que no está provista de calefacción; si se lanzara un vaso de agua al aire caería contra el suelo convertido en hielo quebradizo; si allí os olvidáis de cubrir de ropa alguna parte de vuestro cuerpo para salir a la calle, probablemente sufriréis graves lesiones en los tejidos; si se superan los 51 grados bajo cero, entonces se cierra la escuela; aquí el invierno dura como mínimo 9 meses.
La nevada más intensa de la que se tiene constancia fue en el Monte Rainier, Estados Unidos: del 19 de febrero de 1971 al 18 de febrero de 1972 (casi un año) se precipitaron tantos copos como para llenar 31.102 litros por metro cuadrado. Supongo que a consecuencia del cambio climático, todas estas marcas no tardarán en ser superadas y podréis sentiros como el doctor Zhivago, con carámbanos en las pestañas y acompañado de media docena de pingüinos bailarines.
Conocemos el lugar donde se han precipitado las lluvias más abundantes, que es Isla Reunión, en el Océano Índico: el 16 de marzo de 1952 cayeron nada menos que 1.870 litros por metro cuadrado en sólo 1 día. A Noé no le hubiera dado tiempo ni de coger el arca y ni los animales.
Si no os gustan los días lluviosos, entonces quizás prefiráis el lugar más árido que se conoce, que es el desierto de Atacama, en Chile: un año registró 0 litros por metro cuadrado. Técnicamente, un desierto es un lugar donde las precipitaciones anuales son inferiores a 254 milímetros, y en el Sáhara sólo llueve una media de 25; pues en Atacama sólo llueve 0,1 milímetros de media: 250 veces más árido que el Sáhara. Atacama, también, ostenta el récord de la sequía más larga. Una sequía que duró 400 años. Cuando cayeron las primeras gotas en 1972 debió de ser como si cayera maná del cielo.
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