La mariposa monarca (Danaus plexippus) resulta única debido al espectacular fenómeno migratorio que protagoniza, siendo el insecto con una migración más extensa conocida. Fue en 1937 cuando el entomólogo canadiense Fred Urquhart desarrolló pequeñas etiquetas para marcar a las mariposas Monarca y estudiar su migración.
Ahora sabemos que realiza migraciones masivas hacia el sur, de agosto a octubre, mientras que migra hacia el norte en primavera. En el otoño (septiembre y octubre) las mariposas Monarca de occidente realizan su viaje de migración desde Canadá a la costa de California en Estados Unidos para pasar el invierno en pequeños bosques de eucalipto. También es uno de los pocos insectos que logra realizar travesías transatlánticas. Unas cuantas mariposas Monarca llegan al suroeste de Gran Bretaña y a España en los años de vientos favorables.
Sin embargo, estamos asistiendo a una extinción masiva desde 1990 que ya se ha cobrado la vida de unos 970 millones de ejemplares, en buena parte por la desaparición de sus hábitats y alimentadores en Estados Unidos en el largo trecho de Canadá a México (5.000 km) debido al crecimiento de zonas urbanas y campos de cultivo.
Según el Centro de Diversidad Biológica y la Agencia de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, una población de miles de millones se ha reducido tanto que ahora sólo quedan entre 30 y 35 millones de ejemplares.
El algodoncillo
El principal plan para evitar su extinción consiste en restablecer zonas donde las mariposas puedan descansar, alimentarse y reproducirse durante su larga migración. Este año invertirán dos millones de dólares para plantar algodoncillo en unas 200.00 hectáreas de hábitat a lo largo de los casi tres mil kilómetros de la Carretera Interestatal 35, que va de Texas a Minnesota, y que corre a lo largo de la ruta de migración.
Gran parte del algodoncillo que crecía de forma silvestre en el territorio estadunidense ha sido eliminado por la fumigación de agricultores para proteger sus cosechas. Pero el algodoncillo resulta fundamental para esta mariposa, pues, cuando la larva nace, la oruga come la planta. Pero sin algondoncillo a lo largo de su ruta migratoria, la mariposa no puede reproducirse.
Por ello, el director del Servicio de Pesca y Vida Salvaje, Dan Ashe, en una rueda de prensa, ha anunciado la creación de un fondo de la National Fish and Wildlife Foundation (NFWF) de 1,2 millones de dólares para proyectos de conservación:
Entre todos podemos salvar a la mariposa monarca si actuamos rápido y juntos.
Por su parte, Barack Obama parece dispuesto a articular una la ley de especies en peligro, lo que protegería sus zonas de supervivencia y prohibiría matarlas o capturarlas.
Vía | Washington Post
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