Madrid, Barcelona, Jerez de la Frontera, Sevilla... un total de 50 ciudades españolas superan con creces los niveles de contaminación causantes de diversas enfermedades como las alergias, problemas cardiovasculares o asma. El resultado son 16.000 muertes prematuras consecuencia directa de la contaminación.
Día a día respiramos un aire altamente contaminado fruto del tráfico, de las actividades de las fábricas, etc., esta situación se repite en la mayoría de las ciudades (un 89%) que poseen más de 100.000 habitantes, la normativa del aire no se cumple, al menos así se desprende del amplio informe elaborado por la organización Ecologistas en Acción.
El Ministerio de Medio Ambiente reconoce esta situación, aunque parece que no toma las medidas oportunas a pesar de conocer el origen del problema, pero otra realidad es que falta concienciación ciudadana, pocos son los que renunciarían al coche sustituyéndolo por una bicicleta con el propósito de contaminar menos.
Lo cierto es que si todos los habitantes de una ciudad utilizaran la bicicleta como medio de transporte, no sólo se reduciría la contaminación, también los atascos, la siniestralidad o la suciedad, aumentaría la mejoría del aspecto físico, se reduciría la obesidad y mil y un efectos beneficiosos que podríamos nombrar. La sociedad está constituida de esta forma, las prisas, la producción... para que la bicicleta fuera factible se debería dar un giro de 180º a la sociedad, su forma de pensar, de actuar, de trabajar, etc.
Recomendamos leer el amplio informe de Ecologistas en Acción, en él nos detallan la contaminación existente en cada ciudad, cuáles son las directrices que marcan la calidad del aire, el coste que representa para la sociedad la contaminación atmosférica generada o las posibles alternativas para paliar la situación.
Es interesante dar un vistazo a las conclusiones de este estudio, ya que en ellas podemos comprobar que no se hace nada al respecto y tampoco se ponen en marcha planes para cambiarlo. La contaminación es cada día mayor, mucho se habla del respeto al medio ambiente, de una mejor calidad de vida en comunión con la naturaleza, de cantidad de aspectos para reducir los efectos de la industrialización entre otros, sin embargo, son palabras sin sentido porque nada se hace.
A continuación mostramos las conclusiones de este estudio:
“1. Estudios oficiales afirman que en el Estado español se producen 16.000 muertes al año a causa de la contaminación atmosférica. Según los datos del presente informe, se puede estimar que en el Estado español 12 millones de ciudadanos respiraron aire sucio en 2005, aunque es probable que la cifra alcance los 18 millones.
La contaminación atmosférica en el Estado español es un problema estructural. Los datos ofrecidos para este informe no constituyen un caso aislado, sino que confirman una tendencia que se viene produciendo desde años atrás.
Se producen superaciones sistemáticas de los valores límite de dióxido de nitrógeno (NO2), partículas en suspensión (PM10) y ozono troposférico (O3).
En relación con las partículas, numerosas localidades del Estado incumplieron la legislación europea en 2005, al haber rebasado el número permitido por la legislación europea de superaciones (35) del valor límite diario (50 μg/m3). El cumplimento de este valor para partículas era ya de obligado cumplimiento el año pasado.
En el caso del NO2 y el O3, a pesar de que los valores límite no son obligatorios hasta 2010, existen valores orientativos marcados para cada año, de forma que los gobiernos locales y regionales tienen la obligación de adoptar planes de acción desde el momento en que estos valores se superen. Muchas ciudades carecen de dichos planes, otras que los están presentando llegan ya tarde, y su nivel de ambición es bajo.
El tráfico es el principal causante de la contaminación atmosférica. Las diferentes ciudades no están abordando este problema, al desarrollar políticas urbanísticas que siguen fomentando el uso del vehículo privado y no hacer una apuesta real por los modos de transporte público.
El Estado español no podrá, previsiblemente, cumplir con las obligaciones establecidas para 2010, ni con las que se contraerán para periodos posteriores, previsiblemente más restrictivas.”
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