Las mediciones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero causado por el ser humano, promediaron hasta un 17% en abril, lo que constituyó un breve descenso debido a la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, el mundo ya ha alcanzado otro nuevo récord de emisiones, por lo que las reducciones durante unos meses no han tenido un gran efecto general.
23 millones de años
Los registros con mediciones directas se remontan a 1958. Y los niveles de dióxido de carbono son ahora casi 100 partes por millón más altos que entonces. Eso es un aumento del 31% en 62 años. Y no dejan de crecer.
Según Pieter Tans, principal científico de la la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU:
Eso ilustra cuán difícil es y el enorme trabajo que conlleva, disminuir las emisiones. Realmente hemos estado emitiendo una gran cantidad de calor a la Tierra durante mucho tiempo.
Los niveles de dióxido de carbono alcanzan su punto máximo en el mes de mayo porque ya desde junio las plantas (principales consumidores del dióxido de carbono) entran en etapa de crecimiento y absorben más de ese gas.
Así, un nuevo estudio realizado por Brian Schubert (Universidad de Louisiana en Lafayette) concluye que los niveles actuales de dióxido de carbono son en realidad más altos de lo que han sido en los últimos 23 millones de años.