Una persona que vive durante décadas en un condado con altos niveles de partículas finas PM2.5 tiene un 15 por ciento más de probabilidad de morir por una infección de coronavirus que alguien en una región con una unidad menos de contaminación por partículas finas.
Es lo que afirma un nuevo estudio a nivel de Estados Unidos que ofrece el primer vínculo claro entre la exposición a la contaminación a largo plazo y las tasas de mortalidad de Covid-19.
PM2.5
Los contaminantes del aire extremadamente pequeños, conocidos como PM2.5, son partículas 25 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano, y son fruto de actividades como la quema de combustibles fósiles y la agricultura. La contaminación del aire mata a alrededor de 100 000 estadounidenses por año, y cobran más vidas que los accidentes automovilísticos y los homicidios combinados.
Y también propicia que los infectados por coronavirus tengan mayor probabilidad de morir, según los datos que ofrece el citado estudio.
Así, por ejemplo, el Distrito de Columbia es probable que tenga una tasa de mortalidad más alta que el condado adyacente de Montgomery. El condado de Cook, Illinois, que incluye Chicago, debería ser peor que el cercano condado de Lake, Illinois.
Este estudio de la Universidad de Harvard es el primero a nivel nacional que muestra este vínculo estadístico, que revela una 'gran superposición' entre las muertes de Covid-19 y otras enfermedades asociadas con la exposición a largo plazo a partículas finas.
El estudio también revela que que si Manhattan hubiera reducido su nivel promedio de partículas en una sola unidad, o un microgramo por metro cúbico, en los últimos 20 años, el distrito probablemente habría visto 248 menos muertes de Covid-19 en el presente brote.
Por lo tanto, la investigación también podría tener implicaciones significativas sobre cómo los funcionarios de salud pública eligen asignar recursos como ventiladores y respiradores a medida que se propaga el coronavirus.
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