Para muchos, lo del cambio climático es preocupante, pero bien, la vida sigue adelante... de momento, las cosas tampoco son tan graves, aparentemente. Pero muchos amigos de lo etílico, que se cuentan por millones, quizá se pondrán en guardia si recibieran la noticia de que escasearía la cerveza debido al cambio climático.
Es al menos lo que sugiere un nuevo estudio publicado en Nature Plants, investigadores de la Universidad de California-Irvine (UCI).
Sequías y olas de calor
Según el estudio, las sequías y las olas de calor concurrentes, exacerbadas por el calentamiento global antropogénico, conducirán a fuertes caídas en los rendimientos de la cebada, el ingrediente principal de la cerveza. Para beber cerveza, pues, habría que pagar por ella. No sería tan asequible como ahora.
En el peor de los casos, se proyectó que las partes del mundo donde se cultiva cebada, incluidas las grandes planicies del norte, las praderas canadienses, Europa, Australia y la estepa asiática sufriría una disminución en los rendimientos de los cultivos de 3 al 17 por ciento.
Según explica el coautor del estudio Steven Davis, profesor asociado de Ciencias del Sistema Terrestre de la UCI:
El mundo se enfrenta a muchos impactos del cambio climático que ponen en peligro la vida, por lo que el hecho de que las personas tengan que gastar un poco más para beber cerveza puede parecer trivial en comparación. Pero definitivamente hay un atractivo intercultural hacia la cerveza, y el hecho de no tener una pinta fresca al final de un día caluroso cada vez más común simplemente añade un agravio a la lesión.
Sólo el 17 por ciento de la cebada del globo se utiliza en la elaboración de la cerveza; de hecho, la mayoría se cosecha como alimento para el ganado. Es decir, ¿habrá que usar la cebada para alimentar al ganado o para crear cerveza? La respuesta seguramente que se preferirá alimentar al ganado.
De hacerse realidad este pronóstico, se conjetura que el consumo de cerveza descenderá en los países más pobres, como China, y seguirá consumiéndose en naciones ricas a pesar del sobreprecio: os residentes de Irlanda podrían necesitar llevar el equivalente a 20 dólares adicionales a la tienda para comprar un paquete de seis latas.
Nuestros resultados muestran que, en los eventos climáticos más severos, el suministro de cerveza podría disminuir en alrededor del 16 por ciento en los años en que se produzcan sequías y olas de calor. Eso es comparable a todo el consumo de cerveza en Estados Unidos. El clima futuro y las condiciones de precios podrían poner la cerveza fuera del alcance de cientos de millones de personas en todo el mundo.
Desde la antigüedad, la cerveza ha constituido un elemento básico de la dieta, llamándose a menudo “pan líquido”. En el antiguo Egipto los trabajadores recibían cerveza como parte de su salario, así como las damas de honor de la reina Isabel I de Inglaterra. En 1492, era la ración oficial de los marineros de la armada de Enrique VII. Además, no hay pruebas de que la ingesta de cerveza genere la popular “barriga cervecera”, a pesar del difundido mito de que el consumo de cerveza produce distensión abdominal.
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