Uhh… hoy vamos a ponernos agoreros o cenizos. ¿Llega el ocaso? ¿Se acaba el mundo tal y como lo conocemos? ¿Los recursos del planeta llegan ya a su fin? Tal vez.
El problema es que con estas predicciones pasa un poco lo mismo que con las predicciones mayas o las que formulan hombres en túnica a las cuatro de la mañana: no dan ni una. Así que uno empieza a desconfiar. Sí, puede ser que ahora sí lo acierten… pero ¿no se pensó eso mismo antes?
Por ejemplo, veamos el tema de la inminente escasez del petróleo. Seguro que más de uno de vosotros, que aún tenéis que pagar 4 o 5 años de vuestro coche de gasolina, habréis pensado… ‘si lo llego a saber, me espero a un híbrido o uno eléctrico`. Sin embargo, todo el siglo XX parece haber sido una continua señal de alarma sobre la escasez de petróleo.
En 1914, el Departamento de Minas de EEUU predijo que las reservas del país durarían 10 años, no más. En 1939, el Departamento del Interior predijo que el petróleo no duraría más de 13 años. 12 años después, se volvió a poner la cifra de 13 años más. El presidente estadounidense Jimmy Carter anunció en la década de 1970 que acabaríamos con todas las reservas comprobadas de petróleo del mundo en la próxima década.
A este respecto, Matt Ridley, de la Universidad de Oxford, señala:
En 1970, había una reserva de 550 millardos de barriles de petróleo en el mundo, y entre 1970 y 1990, el mundo utilizó 600 millardos de barriles de petróleo. Así que debimos rebasar el límte de las reservas de 50 millardos de barriles para 1990. En realidad, ese año las reservas sin explotar llegaban a los 900 millardos de barriles, sin contar las arenas de alquitrán de Athabasca en Alberta, las del Orinoco en Venezuela y las de las Montañas Rocosas, que entre ellas contienen unos seis billones métricos de barriles de petróleo crudo pesado, o 20 veces más que las reservas comprobadas de Arabia Saudí. La explotación de estas reservas de petróleo pesado es costosa, pero es posible que el refinamiento bacterial pronto las haga competitivas con el petróleo convencional incluso en los precios “normales”.
Los avisos sobre la escasez inminente de recursos también se han dado en el gas natural, por ejemplo, pero gracias a los recientes hallazgos de gas de pizarra, se han duplicado los recursos de EEUU, que ahora son suficientes para tres siglos.
La tesis de Ridley es que, a pesar de que estos recursos son finitos, aún quedan décadas o incluso siglos para que se agoten. Y para entonces, se habrán encontrado alternativas eficientes.
Aunque quizá ahora sí que aciertan… ¿creéis que hay motivo de alarma?
Vía | El optimista racional de Matt Ridley
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