Es la última invención del diseñador holandés Daan Roosegaarde y se trata de un proyecto respetuoso con el medioambiente. Convertir la contaminación de las grandes ciudades en piezas de joyería, anillos de diamantes y niebla.
Se trata de un aparato para purificar el aire de las ciudades para dejarlo entre un 75% y un 80% más limpio y como subproducto se obtienen diamantes.
Comprimiendo los gases tóxicos a altas presiones, durante dos o tres semanas, podemos conseguir convertir el carbono de la nube tóxica en diamantes. En las zonas donde la presión haya sido algo menor obtendremos estructuras cristalinas con restos de niebla retenidos en su interior.
Para no destruir estas estructuras cristalinas debemos darle forma al objeto en el momento de comprimirlo, por ejemplo, en forma de anillo o de colgante, obteniendo de este modo un anillo o un colgante de diamante y niebla.
El invento de Roosegaarde puede convertirse en la forma de financiar metros cúbicos de aire limpio para las ciudades más contaminadas del planeta aunque no sea la mejor solución medioambiental, ya que siempre es mejor no ensuciar que tener que limpiar.
Vía | Euronews
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