El residuo orgánico de las mazorcas de maíz es aprovechado por una empresa chilena que tritura el deshecho del cereal y lo convierte en arena para mascotas, productos para pulir metales e incluso aditivos para la perforación petrolífera.
Vía | EFE
El residuo orgánico de las mazorcas de maíz es aprovechado por una empresa chilena que tritura el deshecho del cereal y lo convierte en arena para mascotas, productos para pulir metales e incluso aditivos para la perforación petrolífera.
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