Un grupo de investigadores ha construido las pinzas más pequeñas del mundo, capaz de recoger un virus, e incluso una molécula.
El dispositivo podría ser una bendición para todos aquellos científicos que quieren manipular muestras biológicas o construir pequeñas estructuras de nanocristales, según afirma el físico Mathieu Juan de la Universidad Macquarie, en Sydney.
Que yo sepa, estas son las pinzas más pequeñas jamás construidas. Gracias a ellas, muchas personas podrán manipular, escanear y mover cosas muy pequeñas, como por ejemplo los virus
Dice Juan.
A diferencia de las pinzas convencionales, el nuevo dispositivo utiliza un haz altamente concentrado de luz para agarrar y manipular objetos.
Juan y su grupo de trabajo, dirigido por el profesor Romain Quidant, del Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, describe esta tecnología en la revista Nature Nanotechnology.
Los investigadores centraron su trabajo en un haz de luz láser a través de una fibra óptica recubierta de metal. En la punta de la fibra crearon una abertura en forma de pajarita, compuesta por dos triángulos superpuestos.
Es la forma de esta abertura la que permite que el haz de luz se controle con una precisión exquisita
Comenta Juan.
El dispositivo se basa en un mecanismo conocido como "self-induced back action". En esencia, significa que las pinzas ópticas están diseñadas para autoadaptarse a la forma del objeto que están recogiendo.
En otras palabras, el espécimen atrapado desempeña un papel activo en el mecanismo de captura
Escriben los autores.
Cuando los dos triángulos en forma de pajarita se encuentran se genera una fuerza muy suave, que no da lugar a ningún tipo de variación que pudiera dañar la molécula.
Los investigadores informan que utilizan el dispositivo para recoger y mover alrededor de una esfera plástica de sólo 50 nanómetros de ancho, una milésima del ancho de un cabello humano. Durante varios minutos, fueron capaces de mover la esfera atrapada a gran distancia.
Los científicos han estado buscando maneras de manipular objetos cada vez más pequeños, sobre todo en el campo de la Biología, donde las estructuras frágiles son fácilmente destruidas por el calor o presión física.
El nuevo dispositivo, dicen los autores, se compromete a responder a sus necesidades.
Se prevé este enfoque no invasivo para abrir nuevos horizontes en las nanociencias, ofreciendo un nivel de control sin precedentes de objetos de tamaño nanométrico, incluyendo muestras biológicas sensibles al calor
Concluyen.
Vía | ABC
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