¿Os imagináis un disco duro del tamaño de un grano de arroz? ¿Y tener un reproductor de música tan pequeño que cupiera dentro del oído?
Pues científicos de IBM y el CFEL (Centro Alemán para la Ciencia del Láser de Electrones Libres) han construido la unidad más pequeña de almacenamiento magnético del mundo, con sólo 96 átomos han creado un byte de datos.
Mientras que las unidades convencionales requieren una media de mil millones de átomos por cada byte.
El avance podría dar lugar a pequeñas unidades de disco duro capaz de almacenar información de 200 a 300 veces más de lo que hoy en día conocemos.
Un efecto que es común en la naturaleza puede producir esta idea de almacenamiento
Según dice Sebastián Loth de CFEL, autor principal de la investigación publicada en la revista Science.
El fenómeno natural del que habla Loth tiene que ver con el giro de los electrones dentro de un átomo.
Los discos duros modernos se basan en materiales magnéticos como el hierro, donde los electrones giran todos en la misma dirección, perfectamente alineados unos con otros.
Sin embargo, los materiales ferromagnéticos no pueden ser reducido más de la cuenta ya que, si las regiones están demasiado cerca unas con otras, los campos magnéticos interfieren, haciendo difícil la tarea para almacenar datos con precisión.
Sin embargo, con materiales que no son magnéticos (antiferromagnéticos), el giro de electrones en direcciones opuestas entre sí hace que sean magnéticamente neutros.
De hecho, los científicos fueron capaces de apretar los bytes en sólo un nanómetro de distancia.
Vía | ABC Science
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