La lupa más pequeña del mundo ha batido el límite de atrapamiento de la luz, lo que ha permitido que, por primera vez en la historia, podamos contemplar en enlace químico entre dos átomos, según revela un reciente estudio publicado en la revista Science.
El desarrollo de este dispositivo, denominado picocavidad, ha corrido a cargo de investigadores de la Universidad de Cambridge, del CSIC y de la Universidad del País Vasco, y ha conseguido así superar el límite de difracción de la luz situado en la escala de los nanómetros.
En realidad esta lupa llamada picocavidad, que debe funcionar a temperaturas muy bajas, es un espacio físico muy pequeño creado por uno o dos átomos que atrapan la luz. El equipo de investigadores experimentales de Cambridge, liderado por el profesor Jeremy Baumberg, ha señalado:
Esta cavidad (denominada por los investigadores 'pico-cavidad') está formada por la protrusión de un único átomo en una estructura de oro, y confina la luz a una distancia inferior a una mil millonésima de metro.
Según ha detallado, de la misma manera que una mano con una púa percute las cuerdas de una guitarra, la energía de la luz puede activar las vibraciones de un determinado enlace químico de una molécula. Sin embargo, la picocavidad no servirá solo para observar enlaces químicos, sino que también será posible "actuar sobre estos enlaces moleculares".
Vía | La información