Los libros de ciencias exactas, como los de matemáticas, deberían ser la clase de libros que menos errores deberían incluir en sus páginas. Un número equivocado puede cambiar toda una ecuación y repercutir en una serie de fenómenos sociales impredecibles, como ocurrió con las espinacas. Pero hay errores intencionados cuya existencia supone la mera comprobación de la vulneración de los derechos de la propiedad intelectual. Si otro autor cometía los mismos “errores” significaba que había copiado el texto original, violando el copyright.
Uno de los primeros casos en los que se da esta estrategia es en un libro de Arquímedes, el tratado De sphaera et cylindro (De la esfera y el cilindro). En él, el célebre matemático que gritó Eureka incluye proposiciones erróneas para pillar in fraganti a los plagiadores.
Por su parte, la enciclopedia médica alemana Psychrembel Klinisches Wörterbuch dedica una entrada a este divertido insecto (Petrophaga lorioti), que es un ácaro de entre 20 y 24 milímetros de longitud que consume diariamente la nada despreciable cantidad de 28 kilogramos de piedras al día, por término medio, dependiendo, claro está, de la densidad y el sabor de las piedras.
La entrada se escribió a raíz de la emisión de un documental para la televisión donde se puede ver a la tímida termita comiendo piedras y rocas en su hábitat natural. Por supuesto, como ya indica su nombre en latín, que señala al humorista alemán Loriot como su creador, el insecto comepiedras en cuestión es una broma que la enciclopedia incluyó como verdadera.
Esta entrada fue borrada de la enciclopedia en el año 1996, pero después de que los lectores protestasen por ello, fue introducida de nuevo al año siguiente, con una sección extendida sobre la implicación de esta termita devoradora de piedras en la caída del Muro de Berlín. Al parecer, el muro estaba construido sobre áreas habitadas por la termita.
En Astonishing Animals (Animales alucinantes) del arqueólogo australiano Tim Flannery, escrito en colaboración con el pintor Peter Schouten, donde se demuestra lo extraña que puede a llegar a ser la biología de algunos animales, se avisa que uno de los animales señalados es producto de su imaginación.
Un ejemplo de esta clase de engaños deliberados ocurrido en nuestros días se ha dado en la Wikipedia en alemán. Se trata de la entrada referida a un insecto de mentira llamado Leuchtschnabelbeutelschabe, que finalmente la comunidad decidió borrar, aunque se mantuvo como fidedigna de principios de 2003 hasta el 22 de julio de 2008.
También se conocen ejemplos de guías telefónicas que se inventan números de teléfono, biografías de personajes e instituciones de ficción que se presentan como históricos.
Toda esta gran red de errores y engaños intencionados me recuerda poderosamente a lo que hacen ciertos indios huicholes que habitan México: en los huipiles, queshquémetels y demás tejidos salidos de sus telares cometen un pequeño defecto camuflado en la infinita trama para no irritar a los dioses con su perfección.
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