Ya habíamos hablado en Genciencia de que los intelectuales pueden darse el lujo de ignorar aspectos básicos de ciencia pero jamás sobre asuntos básicos de literatura.
Pero la cosa se agrava si radiografiamos la opinión general de la sociedad respecto a la ciencia. Según una encuesta publicada por el diario Público, Para el 34% de los españoles, la ciencia es perjudicial:
Sólo el 53,4% de los españoles creen que los beneficios de la ciencia y la tecnología son mayores que sus perjuicios. El resto piensa que los aspectos positivos y los negativos son equivalentes (26,9%), creen que los perjuicios son superiores (7,1%) o no dan su opinión sobre el asunto (12,7%). Las cifras provienen de la IV Encuesta de Percepción Social de la Ciencia elaborada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) hecha pública ayer.
El dato es escandaloso. Parece que la mayoría de los españoles sufren lo que se llama el Síndrome de Frankenstein. Y posiblemente las películas no ayudan a despejar este prejuicio. Ni las películas ni los famosos que la política, el cine y la cultura de masas en general entroniza. Ahí van unos ejemplos de la insultante incultura científica de algunos famosetes, referentes de mucha gente:
La gobernadora de Alaska, Sarah Palin, durante un discurso en Pittsburgh, dijo: “El dinero de las subvenciones se va en investigaciones que no sirven para nada. Como esos estudios con la mosca de la fruta.” La Drosophila melanogaster está siendo usada como sujeto de experimentación en varios laboratorios que investigan sobre temas “tan poco útiles” como el autismo y el alzhéimer.
Tom Cruise, quien, en una entrevista concedida en 2005 al programa Today de la NBC, afirmó que: “La psiquiatría no sirve de nada. Cuando estudias sus efectos, descubres que es un crimen contra la humanidad”. Seguramente hablaba el cienciólogo que lleva dentro.
Kelly Osbourne, cantante hija del rockero Ozzy, aseguró en una entrevista a la cadena británica ITN: “Todo indica que el cáncer de colon de mi madre está causado por la píldora. Por eso yo no la tomo”. Para su vergüenza y escarnio, varias investigaciones, como la realizada en 2007 por la Universidad de Aberdeen, han demostrado que tomar la píldora reduce en un 60 por ciento el riesgo de padecer cáncer de ovario, y un 20 por ciento el de colon.
Gwyneth Paltrow, explicó en una conferencia sobre el cáncer ofrecida en febrero de 2007: “En mi familia hubo varios casos de cáncer. Pero yo estoy desafiando a esos genes diabólicos. Comiendo productos naturales es posible evitar el crecimiento de los tumores”. El oncólogo Tim Hunt, tuvo que replicarle: “La dieta no es suficiente. Aunque comer bien puede reducir el riesgo de padecer algunos tumores, muchos tipos de cáncer no están vinculados a factores alimenticios”.
Vía | Quo
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