Tras el épico discurso de Oprah Winfrey en los Globos de Oro, cada vez se oyen más voces de que podría alcanzar la presidencia de los Estados Unidos si se lo propone.
No es una idea tan descabellada: ahí está Trump para demostrar que cualquiera puede conseguirlo. El problema es que Winfrey no se lleva demasiado bien con la ciencia (sí, otra vez).
Magufa de granel
En uno de los diálogos de Back to the Future, Marty viaja a 1955 en su Delorean y le explica lo siguiente a Doc para demostrarle que procede de 1985:
- Doc: Pues dime, 'chico del futuro', ¿quién es el presidente en 1985?
- Marty: Ronald Reagan.
- Doc: ¿Ronald Reagan? ¿El actor? ¡JA! ¿Y quién es el vicepresidente? ¿Jerry Lewis?. Supongo que Jane Wyman es la Primera Dama, y John Wayne es el secretario de defensa... ya he soportado bastantes bromas pesadas, buenas noches 'chico del futuro'.
Marty no tenía ni idea de que años después Donald Trump también se convertiría en presidente. Ahora, una de las presentadoras de televisión más famosas del Estados Unidos (la María Teresa Campos afroamericana pero multiplicado por mil) podría conseguirlo, si finalmente se presenta a las elecciones.
El problema de Oprah Winfrey es que es magufa hasta la médula, lo cual, todo sea dicho, tampoco es demasiado sorprendente.
Oprah Winfrey ha tenido una influencia indiscutible sobre el conocimiento de salud pública. Millones de personas vieron a Winfrey en televisión todos los días durante décadas. También tiene una revista mensual con su rostro en la portada. Ha un canal de televisión por cable, una estación de radio por satélite y una amplia presencia online. Pero, en demasiadas ocasiones, Winfrey ha dado voz a personas que promueven tratamientos médicos y consejos de salud que no se basan en evidencia, al estilo La Contra.
Winfrey ha dado voz a charlatanes que sostiene teorías absurdas para curar en cáncer. Y también ha sido la responsable del éxito meteórico del Doctor Phil (Phillip McGraw), que se ha convertido en la personalidad televisiva mejor pagada. Sin embargo, una investigación reciente de STAT-Boston Globe descubrió que, si bien McGraw se presenta como alguien que cura a las personas de sus adicciones, su programa ha puesto en riesgo la salud de algunos de los pacientes que dice ayudar.
En 2009, Winfrey también catapultó a Jenny McCarthy, que ha sido duramente criticada por su postura el autismo y las vacunas. En el propio blog personal de Winfrey, McCarthy, que no es médico, comparte con los lectores los "pasos biomédicos" que ha tomado para tratar el autismo de su hijo. Entre ellos: una dieta libre de gluten, caseína, azúcar y colorantes artificiales, así como medicamentos antifúngicos.
Llegando a cotas de delirio pseudocientífico, Winfrey ha recurrido frecuentemente a Deepak Chopra, una figura muy conocida en el ámbito de la medicina alternativa. Recordemos este debate entre Richard Dawkins y Chopra y cómo Dawkins está a punto rendirse ante la avalancha de información no demostrada.
El Dr. Mehmet Oz tambié ha sido ampliamente promocionado por Winfrey, pero también ha sido criticado por abrazar puntos de vista científicos marginales.
Por si todo esto fuera poco, Winfrey ha abrazado la filosofía del libro El secreto. Un libro pseudocientífico que ha conducido a mucha gente a dejar de tratar sus enfermedades acudiendo al médico.
No sabemos hasta qué punto Winfrey abraza esta pseudociencia por verdadera convicción o llevada por el brillo fenicio del dinero. Tal vez no niegue el cambio climático, como Trump. Lo que sí sabemos es que puede que Winfrey alcance la presidencia de Estados Unidos. En tal caso, si se rueda Back to the Future 4, ya sabemos qué diálogo podría incluirse.
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