Dentro de un año se celebran los Juegos Olímpicos en Pekín y las autoridades chinas están preocupadas por la climatología que acompañará el desarrollo de las pruebas. En agosto lo normal es que llueva en Pekín, y este hecho podría arruinar alguna de las pruebas olímpicas que tendrán lugar el año próximo. Es por ello que el Gobierno chino pretende impedir que llueva utilizando un mineral denominado diatomita.
De hecho ya han llevado a cabo un primer intento, que no ha obtenido unos buenos resultados. El 8 de agosto, justamente un año antes de que se celebre la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, tres aviones esparcieron 2.800 kilogramos de diatomita sobre el cielo de la Mongolia Interior, una zona situada al Norte de Pekín.
Liu Xiaolin, jefe de los técnicos que llevaron a cabo la prueba, asegura que este tipo de técnicas sólo funcionan en áreas pequeñas y cuando las nubes no son demasiado espesas. Además añade que estos bombardeos de nubes solo adelantan o retrasan los fenómenos meteorológicos. Aun así el Gobierno chino está decidido a probar la diatomita pese a que es consciente de su baja efectividad.
No es la primera vez que los chinos juegan con el clima, ya que hace un tiempo intentaron generar nieve artificial en el altiplano tibetano bombardeando las nubes con yoduro de plata.
Desde los grupos ecologistas no se ve peligro en estos ensayos, pero destacan que existen problemas medioambientales mucho más graves en el país a los que no se dedican tantos recursos. Uno de estos problemas es la contaminación ambiental de Pekín. A este respecto, las autoridades también llevarán a cabo un ensayo, reduciendo de manera drástica la entrada de vehículos en la ciudad para comprobar si de este modo se logran unos niveles aceptables de la limpieza del aire.
Vía | Noticias Ciencia