Hay alguna correlación entre los humoristas que se licenciaron en Oxford respecto a los de Cambridge. Seguramente, si la hay, es espuria.
Con todo, tratando de entresacar alguna, por el camino, vamos a descubrir no pocas cosas interesantes sobre sus estudiantes, humoristas, divulgadores y científicos.
Oxford VS Cambridge
Utilicemos como punto de partida para esta discusión una cita de la la autobiografía de Stephen Fry, The Fry Chronicles, página 71:
Robert Hewison (un oxoniano) en su excelente libro Monty Python: The Case Against muestra cómo los grandes pitones se dividieron a lo largo de las líneas de Oxford y Cambridge. Aquellos altos y delgados de Cambridge (Virginia Woolf había notado cincuenta años antes cómo Cambridge los cría más altos que Oxford), como Cleese, Chapman e Idle, eran de lógica helada, sarcasmo, crueldad y juego verbal, mientras que los oxonianos Jones y Palin eran más cálidos, tontos y surrealistas.
Quienes conozcan a los Monty Python convendrán que Fry tiene razón. Es posible encontrar las mismas diferencias entre Peter Cook y Jonathan Miller (de Cambridge) y Dudley Moore y Alan Bennett (de Oxford). Y quizás esto se extienda a las encarnaciones posteriores: los de Oxford, Rowan Atkinson y Richard Curtis, son más bajos y seguramente más dulces que los elevados y rebeldes Stephen Fry y Hugh Laurie.
Casi todos ellos tienen relación entre sí y, aunque sus nombres no os suenen a todos, seguramente les conoceréis por su obra. Todo empezó con los Monty Python, de los que me declaré fan incondicional. Más tarde descubrí la serie de televisión The Black Adder (protagonizada por Rowan Atkinson). ¿Qué relación guardaban? Pues que Stephen Fry era amigo tanto de los Monty Python como de Hugh Laurie (actor en The Black Adder y ahora célebre por su papel en House). Stephen Fry, por su parte, es un comediante nato, homosexual a mucha honra, estuvo en la cárcel, y ahora se ha convertido posiblemente en el mejor divulgador de ciencia y cultura en general de toda Gran Bretaña.
Todo esto empezó a interesarme más cuando visité Escocia, concretamente la exquisita ciudad de St Andrews, de cuya imponente Universidad fue rector John Cleese (integrante de Monty Python), de 1970 a 1973, revolucionando muchas de sus inmutables costumbres.
Fry también fue prologuista de un libro de divulgación científica que me encanta. El nuevo pequeño gran libro de la ignorancia, de John Lloyd. Y Lloyd es gran amigo de Fry, y también es productor de The Black Adder, y de otras series británicas indispensables, y además, estudiando en Cambridge, se hizo amigo, y más tarde compartió un apartamento, con Douglas Adams, sí, el desopilante autor de Guía del autoestopista galáctico. John Lloyd también es el creador de un programa de televisión británico, el Quite interesting, uno de los concursos más populares de la cadena BBC. Quite interesting también es un bar, una librería, una cafetería y un club de Oxford, que incluso The independent lo ha escogido como el mejor local de ocio de Gran Bretaña, así que hemos de entender que Lloyd es un hombre bastante polivalente.
Todos están bastante conectados, pero... ¿es cierto que los graduados de Cambridge pueden tener una actitud más imperiosa que los graduados de Oxford? En parte este hecho podría atribuirse a la reputación de la ciencia que se imparte en Cambridge, por lo que atrae a más gente de mente lógica, incluso del ámbito de las artes. No es cierto para todos, o incluso para la mayoría de las personas, por supuesto, pero al menos parece haber un ligero sesgo. Lo que parece evidente es que Oxford y Cambridge no son ideológicamente idénticos. La contribución de Cambridge a la filosofía, por ejemplo, ha sido subestimada (Wittgenstein y Russell).
Los comediantes de Oxford tienden a ser más obscenos y más políticos. Los de Cambridge tienden a ser inteligentes usando la lógica. Milton Jones, educado en Oxford, es astuto. Surrealista pero no cruel. Jimmy Carr, educado en Cambridge, es inteligente y Cruel. David Mitchell, de Cambridge, aunque puede parecer bastante tierno al estilo de Oxford, es una fachada: tiene un ingenio lógico y cortante que a veces usa despiadadamente. Clive Anderson, de Cambridge, al igual que Fry tiene una gran mentalidad jurídica hermanada con una gran capacidad para entretener. Ian Hislop, de Oxford, es un político bastante cálido. Y es que a los comediantes de Oxford les gusta más basar sus shows en la política. Oxford, por supuesto, históricamente ha sido más conocido por la política que Cambridge.
De todos modos, todo esto tal vez responda a una visión romántica de las supuestas diferencias que existen entre las dos universidades, al menos cuando se comparan ciertos famosos humoristas. Porque solo es una comparación de los rasgos de un pequeño número de personas vagamente famosas pertenecientes a un grupo muy específico (es decir, humoristas). Sin embargo, ¿y todo lo que hemos aprendido por el camino?