Deberíamos ser mas optimistas sobre el presente y el futuro

Deberíamos ser mas optimistas sobre el presente y el futuro
5 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Nuestro cerebro está predispuesto a hacer más hincapié en los hechos negativos o agoreros que en los optimistas porque son los hechos negativos los que pueden acabar con nuestra vida. Nuestro cerebro prosperó en un contexto de escasez e infinidad de peligros. Actualmente, en el Primer Mundo, morir por cualquier razón (que no sea de senectud) es una posibilidad remota, pero nuestro cerebro sigue cableado bajo las condiciones pretéritas, es decir, tenemos miedo a volar a pesar de que casi nadie muere volando. E incluso nos equivocamos calculando los riesgos: en mucho más probable que muráis bajando una escalera que volando pero nadie tiene fobia a las escaleras.

Esta forma de interpretar el mundo ha eclipsado un fenómeno que se ha empezado a producir en el siglo XX y que ha cristalizado finalmente en el XX: que somos mejores personas y más empáticas que nunca, que hay más esperanza que nunca en encontrar nuevos recursos casi infinitos, que las enfermedades están a un tris de ser dominadas y erradicadas, que la pobreza se está retirando de los países más castigados del mundo, que la violencia es inferior a ningún otro momento anterior y un largo etcétera que, afortunadamente, se analizan en algunos libros de reciente publicación.

Algunos de esos libros son Abundancia, de Peter H. Diamandis, Los angeles que llevamos dentro, de Steven Pinker, El Pingüino y el Leviatán, de Yochai Benkler, La sociedad del coste marginal cero, de Jeremy Rifkin, o Futuro perfecto, de Steven Johnson. Todos ellos de obligada lectura para empezar a asimilar los grandes cambios que ya se han producido en las últimas décadas, y los que están por venir en las siguientes.

Tecnología

450 1000

En Abundancia, de Peter H. Diamandis, se documenta cómo el progreso en inteligencia artificial, robótica, computación infinita, redes de banda ancha, manufactura digital, nanomateriales, biología sintética y muchas otras tecnologías que están creciendo exponencialmente nos permitirán obtener en las próximas dos décadas unos avances muy superiores a los que hemos conseguido en los doscientos años anteriores. Como escribe el propio Diamandis:

La humanidad está entrando en un periodo de transformación radical en el que la tecnología tiene el potencial de elevar de forma significativa los niveles básicos de vida de cada hombre, mujer y niño del planeta. Dentro de una generación seremos capaces de suministrar bienes y servicios, que en tiempos estaban reservados a unos pocos ricos, a cualquiera y a todos los que los necesiten. O a los que los deseen. La abundancia para todos está realmente a nuestro alcance.

Algunos artículos inspirados en el libro de Diamandis son los siguientes:

Moral

Con Los ángeles que llevamos dentro, de Steven Pinker (tiene más de mil páginas y casi un diez por ciento de las mismas están dedicadas a la bibliografía y las referencias de los estudios mencionados), la idea de que estamos viviendo en momento menos violento de la historia, y que las sociedades son menos violentas a medida que abandonan el ámbito rural y se integran en la civilización del primer mundo. Pinker, además, no se limita a verter afirmaciones, sino que aporta cifras, conecta conjunto de datos y ofrece gráficas, dividiendo la reducción de la violencia desde distintas vertientes.

En ese sentido, resulta imprescindible la obra de Yochai Benkler, sobre todo El Pingüino y el Leviatán, donde pone de manifiesto cómo las redes sociales (sobre todo 2.0) son capaces de incidir en la democracia, en los sistemas de producción y en la economía de tal forma que podríamos estar a punto de vivir una nueva época donde el dinero no será tan importante y la sociabilidad de las personas propiciará la consecución de objetivos imposibles para genios individuales o empresas megalómanas. Una tesis en la que incide de forma aún más optimista La sociedad del coste marginal cero, de Jeremy Rifkin.

Comentarios cerrados
Inicio