El nepotismo, o más popularmente el enchufismo de familiares y allegados, es un mal endémico en toda organización, también en la ciencia. Italia, a este respecto, tenía un grave problema.
Sin embargo, una ley aprobada en el año 2009 está dando sus frutos tras realizarse un reciente análisis de los apellidos de los científicos.
Nepotismo
En 2011, Stefano Allesina, de la Universidad de Chicago en Illinois, analizó la diversidad de apellidos en la Academia italiana y señaló que su análisis apoyaba ampliamente la evidencia anecdótica de que el nepotismo era un problema en el sistema científico del país.
Hubo diversas críticas al estudio, entre otras, que, por ejemplo, algunos hijos de profesores podrían legítimamente merecer una posición académica.
Ahora, Allesina, junto con su colega de la Universidad de Chicago Jacopo Grilli, ha repetido su análisis con métodos estadísticos más sofisticados. Sus resultados sugieren que ha habido una disminución en el nepotismo en Italia desde la introducción de la ley de 2010 que prohibió incluso parientes indirectos (como primos) de los profesores para ser contratados en el mismo departamento.
El trabajo ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences USA.
Así se hizo la investigación
Allesina y Grilli reunieron en 2000, 2005, 2010 y 2015 una lista de los nombres, rangos, géneros y campos científicos de todos los profesores permanentes de las universidades públicas italianas: unos 60.000 investigadores en cada año.
Para averiguar cuál sería el sistema científico de Italia si los profesores fueran elegidos al azar, barajaron los nombres de tres maneras diferentes: a nivel nacional, dentro de las ciudades y dentro de cada campo.
Comparando estas imágenes con las situaciones reales, se podrían detectar anomalías estadísticas en la distribución genuina: por ejemplo, donde los apellidos particulares podrían coincidir demasiado a menudo para ser explicados por el azar o la geografía, exclusivamente.
Según Allesina y Grilli, la causa probable de tales anomalías es el nepotismo: los profesores contratan a sus familiares. Esto parece ocurrir en particular en la medicina y la química, y en las regiones meridionales de Puglia, Sicilia y Campania.
Pero cuando los investigadores compararon los datos de 2015 con los primeros años, encontraron que las cosas eran peores en el pasado.
Por supuesto, el estudio solo valora el nepotismo biológico (porque se fija en los apellidos) y no el académico, donde los profesores tienden a contratar a colegas o sus propios estudiantes. Esta última forma de nepotismo es más difícil de detectar y erradicar. Pero por algo se empieza.
Con todo, Allesina y De Nicolao coinciden en que la ley de 2010 no es una solución totalmente satisfactoria. Los profesores todavía podrían tener un amigo que pudiera contratar a sus familiares en otro departamento o universidad. La ley podría incluso tener efectos secundarios negativos: puede hacer imposible que los investigadores que se casan entre sí sigan trabajando en el mismo departamento.