Gracias al punto de vista cenital de los drones y que, con unas simples maniobras, pueden llegar a cualquier punto del globo, empezamos a descubrir (a vista de pájaro) algunos secretos de la naturaleza que habían quedado vedados para la mayoría de nosotros. Como el cruel espectáculo de la naturaleza que podéis contemplar en el vídeo que encabeza esta entrada.
En él podemos ver a setenta tiburones devorando los restos de una balleza, es una suerte de danza acuática macabra.
El vídeo está grabado sobre las aguas de la bahía Shark (irónicamente), en la costa oeste de Australia. La víctima es un ejemplar de ballena jorobada de unas 36 toneladas, que murió por causas naturales.
Los responsables de la grabación fueron los tripulantes barco de Eco Abrolhos, que en esos momentos llevaba un grupo de turistas que se quedaron patidifusos ante la escena.
Vía | Microsiervos
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2 comentarios
Toñín
No se qué tiene de cruel, sobre todo si la ballena ya está muerta.
Hoy mismo he podido ver el cruel espectáculo de un montón de homínidos devorando costillas de terneras muertas :P
El vídeo me ha parecido fantástico. Por un lado me alegro de que la tecnología al alcance de muchos (que no de todos) permita que cada vez se vean más vídeos fantásticos. Por otro, me da miedo que la naturaleza se acabe convirtiendo en un «reality show».